Chacovachi: Convención de Circo, Payasos y Espectáculos Callejeros



Una asamblea para artistas y buscavidas

Desde hoy y hasta el miércoles próximo, más de mil actores, malabaristas, trapecistas, humoristas, clowns e ilusionistas provenientes de 50 ciudades argentinas y de diversos países acamparán entre tiendas de circo. Habrá talleres, charlas y funciones especiales.

La Convención de Circo, Payasos y Espectáculos Callejeros, que se realizará desde hoy y hasta el próximo miércoles, no es sólo un esfuerzo para que los ya más de mil “congresistas” del arte que participarán se “pongan de acuerdo” en un movimiento de intercambio, como destaca Chacovachi, su director general, sino que por ser desde 1996 la más grande de su tipo en la Argentina, pionera sudamericana y cita anual de importancia para un sector siempre desprotegido –inclusive en tiempos de cierta apertura de espacios para la creación que otrora sólo hallaba butacas en los cordones– tiene en esta decimosexta edición aires de sana costumbre. A razón de sus definiciones artísticas, políticas, ideológicas y filosóficas, no resulta contradictorio que los actores, malabaristas, trapecistas, humoristas, clowns e ilusionistas con más cintura frente a las normas (del arte y de las otras) se reúnan de nuevo: lo tácito sería que no lo hagan, porque muchas veces se cree que la “universidad de la calle” dicta clases particulares. Al contrario, “los artistas callejeros son muy solidarios, aunque trabajen generalmente solos”, distingue el payaso “tercermundista” de Plaza Francia en diálogo con Página/12. “Gustan de estar en grupo, y la fraternidad y la generosidad son parte de su idiosincrasia”, caracteriza.

Al igual que en los pasados cinco años, la juntada tendrá lugar en el Campo de Deportes de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Camino de Cintura 6251, entre Pinzón y Juan Díaz de Solís, Esteban Echeverría), predio donde los concurrentes –de 50 ciudades argentinas y de Brasil, Colombia, Venezuela, Uruguay, Chile, Paraguay, Ecuador, Bolivia, España, Noruega, Italia y Francia– acamparán entre tiendas de circo durante cinco días. “Poder conocernos y reconocernos, volver a encontrarnos con artistas amigos de tantos lugares tan lejanos, gente con la misma pasión y el mismo desorden mental, no tiene precio”, asegura. La nutritiva programación incluye talleres de expresión corporal, malabarismo, acrobacia, ramka (escuadra aérea), tela, maquillaje, improvisación, acordeón, minitramp (cama elástica), stand up, narración oral, clown y mimo, entre otros. También charlas, debates, exposiciones, funciones especiales y una caterva de juegos con premios a los mejores desempeños en lanzamiento de diábolos, malabares con aros, clavas y pelotas, pentatlón y carrera de monociclo. Todo un abanico de propuestas lúdicas para la enseñanza, el aprendizaje y sus instancias tangenciales. Ahí se capacitarán ese joven que te deja pensando todas las mañanas rumbo al trabajo y esa mujer que los domingos divierte a los chicos con un show de burbujas en el parque. “Los artistas callejeros somos mitad artistas, mitad buscavidas. Venimos de los bufones de la Edad Media, de los artistas de la Comedia del Arte del Renacimiento, de los juglares y charlatanes de feria. No somos tan distintos por más siglos que hayan pasado. Pero el circo sí cambió: está inserto en la sociedad de una manera distinta a la de hace veinte años y, en parte, es porque se empezó a enseñar. En eso, la convención es pionera”, destaca Chacovachi.

Si bien se trata de una asamblea esencialmente de “artistas para artistas”, tendrá este domingo desde las 15 su clásico momento para los vecinos, el llamado Festival Echeverrisa, una colorida columna “de gala infantil y mayor” que marchará desde la estación de ferrocarriles de Monte Grande hasta la Plaza Mitre, frente a la municipalidad de Esteban Echeverría, escenario para lo que será un memorable enfrentamiento de payasos. ¿Sus armas? Dos mil tortas de crema. “¡De afeitar!”, tranquiliza Chacovachi. “Es nuestro regalo al municipio que hace cinco años nos acoge y del que tenemos todo el apoyo. En ese desfile participaremos todos los congresistas, mezclándonos con el público, que siempre acompaña masivamente”, cuenta.

Desde hace dieciséis años consecutivos esta convención sin fines de lucro aumenta la apuesta, sin subsidios estatales ni privados, por mérito de la administración de lo recaudado a través de la venta de entradas (antes, los organizadores invertían dinero de sus gorras). “Lo más particular es que en un mundo regido por intereses económicos logramos crear un evento autogestivo en el que nadie, sea organizador, artista o maestro, cobra por su trabajo. Eso es muy movilizador”, se enorgullece el payaso de 50 años. El principal objetivo es, según destaca, fomentar las disciplinas circenses y “llenar el mundo de artistas callejeros, payasos y circos”. “El artista callejero es reflejo de la sociedad en la que se formó, y cada sociedad tiene sus formas, usos y costumbres. Lo más rico es ver cómo gente diferente trae de sus barrios distintas respuestas para una misma pregunta”, subraya este enamorado de los espacios abiertos y convencido de la impronta social e ideológica del arte. “Cada verano salen más de 200 compañías a cubrir espacios artísticos en todas las ciudades turísticas del país y son consumidas por un público agradecido que las espera en peatonales, plazas y anfiteatros. Por eso los espectáculos callejeros tendrían que ser vistos como opción contracultural a lo propuesto por la tele o los teatros, ser más apoyados y valorados.” Y que eso se vuelva convención.

* Valor de la entrada: 350 pesos. Incluye utilización del camping, traslado al desfile y todas las actividades de la convención. Es requisito preinscribirse en www.con vencionargentina.com. Consultas: quieromasinfo@gmail.com.

Fuente: Página/12

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