Mimí Ardú: Argentinien


“Yo no lucho contra los años, los acompaño”

A los 56, en medio de una temporada laboral intensa, debutó en una sala oficial con “Argentinien”. Dice ser un sex symbol de la tercera edad.

Fue un año movido para Mimí Ardú y, en su andar, provocó notables carambolas. En la primera se vio como un personaje ilustre que casi logra placa de bronce. Hace unos meses la llevaron en avión privado a Sunchales, donde se crió, para grabar junto al Chino Volpato el video de El mago de la botella , tema del Tero Ponce, un cantante de cumbia santafesina. Aprovechó el viaje y visitó el museo del Club Libertad Sunchales “y entre las figuras aparecía yo. Me quedé helada, porque estaban las imágenes de cuando era chica y gané medallas y trofeos en natación. Fui buena en estilo crol y pecho, pero nunca imaginé aparecer en un museo y, menos, hecha una figura deportiva de mi pueblo”.

Otros viajes, más recientes, fueron con Argentinien , que protagoniza con Alejandro Awada, y que la mantuvo en una gira nacional durante un par de meses: “Anduvimos por un montón de lados, como Choele Choel, Río Colorado. Todas éstas son ciudades, no pueblos del interior”, remarca la actriz que actualmente realiza con esta obra una temporada en el Cervantes, su debut en el teatro oficial.

“Las cosas se dan porque uno se predispone para que sean de una forma. Este año fue así”, explica.

“Así” significa básicamente mucho trabajo. Porque además de la gira y de los rutilantes videoclips, grabó Mi viejo verde , unitario de Telefe que busca fecha. “Tenía muchas ganas de combinar tele y teatro. En este momento me siento plena, porque me ocurren cosas sin buscarlas. Mi único accionar tiene que ver con hacer la tarea, con ser obsesiva y con cuidar todo lo que hago”.

Arrancaste en el teatro haciendo reemplazos. ¿ Qué te dio esa práctica?

Sí, debuté reemplazando a Reina Reech en Enredos de alcoba , junto a Rodolfo Bebán y Jorge Martínez. Durante muchos años fui “extra calificada” y reemplazaba a todos. Preparaba esos personajes en pocos días. Ese ejercicio refuerza mucho la autoestima y baja el pánico que uno siente.

Fue como un entrenamiento para los nervios.

Sí, no hay que tener sentido del ridículo. Todos esos reemplazos me resultaron terapéuticos, porque me di cuenta de que servía para un montón de cosas distintas. Y también me entrenó para estar permeable a todo.

Argentinien es un grotesco, pero tiene pinceladas de diferentes géneros y lo puedo encarar porque ya pasé por la comedia, el drama, el melodrama...

Hace poco te definiste como un sex symbol de la tercera edad, ¿Qué te hace sentir eso?

Tener 56 años y estar muy ubicada en la vida. Me descubrieron en ese lugar sexual en El bonaerense , pero también hice otros personajes en cine muy desgastados. Siento que me llevo bien con mi cuerpo, pero, ojo, no quiero aparecer como la hermana de una actriz que tenga que hacer de mi hija. Yo no lucho contra los años, los acompaño de la mejor manera posible.

Fuente: Clarín

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