Tomás Fonzi: Buenas noches, muchas gracias


"Todos trabajamos con la ilusión"

El actor habla de la obra que se estrenó recientemente en el Teatro Maipo, Buenas noches, muchas gracias, con dirección de Lía Jelín, donde se explora el mundo competitivo de los humoristas.

Una hora y media antes de la función, Tomás Fonzi llega al Teatro Maipo y se acomoda en uno de los sillones que anteceden a la mítica sala de la calle Esmeralda. Con barba incipiente y bigote, su aspecto aniñado ya quedó atrás. Es uno de los protagonistas de Buenas noches, muchas gracias, la obra de Jim Geogham que protagoniza junto a Pablo Brichta, Campi, Daniel Campomenosi y Gabo Correa, bajo la batuta de Lía Jelin.

–¿Por qué elegiste participar y cómo la recibe el público?
–Esta obra es claramente una comedia, y antes de empezar a ensayarla intuía que se iba a completar con el público. Y eso es justamente lo que está ocurriendo y me pone muy contento. Hay gente que ve una comedia pura, mientras otros piensan que se trata de un drama atravesado por chistes. Lo interesante de Buenas noches, muchas gracias es que permite varias lecturas y reacciones distintas en la gente.
–¿Esto tiene que ver con el tono nostálgico de la propuesta?
–Creo que el secreto pasa por ese costado que muestra las miserias y el "otro lado" de los humoristas: un mundo muy denso. Estos personajes atraviesan todos los estados de ánimo, tienen mucho ego, autoestima y están por las nubes cuando las luces se encienden. Es lo que nos ocurre a los actores.
–La obra habla de un mundo que se mueve por las ilusiones.
–Sí. Hay mucho de eso puesto sobre el escenario. Todos trabajamos con la ilusión y lo traslado a nuestra profesión, ya que uno pone todo su ser cuando trabaja y también se desinfla cuando sucede lo contrario. La labor del actor tiene una inestabilidad muy peligrosa.
–¿Cómo se mueve tu personaje en medio de este clima?
–Es un autor joven que trabaja para un programa de televisión de variedades y se relaciona con Cartucho (Pablo Brichta). Desde chico tiene su foco puesto en los cómicos, pero cuando se da cuenta que no puede ser actor, se dedica a escribir y criticar. Mi personaje quiere aggiornar a Cartucho, limar sus chistes y sus rutinas arcaicas.
–¿Cómo es la relación con Cartucho a partir de ese choque?
–Eso se ve sobre todo en el primer acto, porque tiene un contraste total con Cartucho. El autor que interpreto pertenece a otra generación, tiene otra edad y otra idea sobre lo qué es el humor.
–¿Qué diferencias tiene esta obra con la pieza original?
–Hubo momentos en los que recurrimos al texto original, pero se hicieron cambios. La idea era ambientarla en Buenos Aires y transformarla en un homenaje a los grandes cómicos argentinos. La obra está estructurada en tres cuadros y están separados por una gran pantalla en la que se proyectan imágenes de Dringue Farías, Biondi, Marrone, Olmedo, Jorge Luz y Guinzburg. El trabajo más grande fue adaptarla y hacerla nuestra. En estas dos semanas de funciones avanzamos muchísimo y trabajamos sobre el escenario las relaciones que tienen los personajes.
–¿El chiste es el motor para hablar de otras situaciones?
–Sí, ya que tiene puntadas de humor que se pueden ir probando con el correr de las funciones y con los espectadores. Es muy dinámica y permite transformarse.
–Igualmente, la estructura de la obra es muy particular.
–Es muy norteamericana. Son dos historias, con cinco personajes, pero todos se cruzan recién en el final. Allí se unen en una circunstancia muy diferente a las que el espectador ve al comienzo. Incluso hay cambios estéticos desde la paleta de colores y la escenografía. Hasta el final el espectador no sabe cómo se juntarán estos dos relatos. El personaje de Cartucho es un cómico, pero también lo es el dúo que componen Campi y Gabo Correa. Están distanciados en el tiempo y en las formas; y la quinta pata es el representante (Campomenosi) que les ofrece vender su alma al diablo.
–Más que una referencia hay una crítica explícita a Tinelli.
–(Risas) Hay una mirada crítica sobre un programa de televisión muy popular donde todos quieren estar y donde todo cambia radicalmente de acuerdo al rating y a las decisiones de los productores.
–¿Se puede hacer humor si los integrantes se llevan mal?
–Acá se armó un grupo del que disfruto muchísimo y eso se traslada a escena porque no hay barreras entre nosotros. La gente se va divertir también y puede hasta reflexionar. «


Jugando con humor

El autor Jim Geogham es quien mejor conoce el mundo de los cómicos, ya que formó parte del trío Divided We Stand, que apareció en teatros y varios programas de televisión. Buenas noches, muchas gracias se representó en Nueva York con más de 500 funciones y fue nominada a dos Drama Desk Awards. También conoció una versión en Chicago. Ahora va de miércoles a domingos en el Maipo de Buenos Aires.
Un gran cómico intenta volver a los escenarios pero debe crear nuevo material junto a un joven escritor. Un dúo de humoristas trabaja en un café-concert bajo un representante que les promete el oro y el moro. Todos se unirán en la antesala de un show de televisión.


Próximamente con cámara en mano

Fonzi y el cine. Pasaron varios años desde que Tomás Fonzi se convirtió en ídolo juvenil luego de
su participación en Verano del 98. Pasó por la cama de una estrella porno en el film de Alejandro Agresti, Una noche con Sabrina Love, donde compartió papel con Cecilia Roth. Por su trabajo ganó el premio a mejor actor del Festival Iberoamericano de Lérida y fue nominado al Cóndor de Plata como Revelación.
Luego vinieron Nueve reinas (foto), su rol protagónico en Paco y se lo vio además en la reciente comedia romántica No te enamores de mí.
"Lamentablemente tengo que elegir entre tres propuestas de cine para fin de año. Una es una película de terror, un género que me encanta y que es sumamente difícil de hacer. Como actor significa un verdadero desafío. Este año quiero dedicarme al teatro y al cine, pero la televisión tendrá que esperar."
Amante de la fotografía, Fonzi expresó que "uno siempre tiene una visión de las cosas que se refuerza con el paso de los años. Me seduce mucho lo audiovisual y estoy esperando que me caiga una idea. Sé que no hace falta mucho para llevar un proyecto adelante, ya que la tecnología está al alcance de la mano. Tengo una cámara HD y se logra una imagen increíble. Me falta la idea, que sigue siendo lo más importante."

Fuente: Tiempo Argentino

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