Dalma Maradona: Hija de Dios


Dalma Maradona: "Es un regalo para papá"

Entrevista. Hoy debuta con “Hija de Dios”. El unipersonal, en el auditorio SHA, está dedicado a su padre, Diego Maradona, y fue escrito a cuatro manos por ella y la también directora Erika Halvorsen. El martes, él y su madre, Claudia Villafañe, irán a verla.

Si se puede ser alguien sólo por ser la hija de Aníbal Pachano, o si podés aprovechar los eternos rayos catódicos de una abuela para convertirte en Juana Viale, ¿es necesario que Dalma Maradona explique por qué decidió hacer un unipersonal, casi, que se llama Hija de Dios? “Asumí a mi viejo. Trabajé mucho para entender que era la hija de Diego Maradona, y aprendí que con ese apellido también puedo ser una buena actriz... Pero no sé si tengo las puertas abiertas de todo. Si quisiera jugar en un equipo de fútbol femenino, por ahí sí; pero la gente tiene un imaginario equivocado: yo no levanto el teléfono y digo Bueno Tinelli, quiero trabajar con vos. Tampoco le pido a mi papá que llame a Suar. Antes de hacer eso prefiero no trabajar.

Asumir de semejante manera que sos la “hija de” ¿puede parecerse a un suerte de exorcismo?

Exorcizar es una palabra maravillosa en este caso. Es la palabra exacta para esta obra. No es la primera vez que la escucho. Erika (Halvorsen, la directora) me convenció de hacer el proyecto. La conozco de cuando hicimos (la obra) Fuimos todos, hace unos años. Quedó buena onda, nos juntábamos a comer y, nada, ella me dijo que hagamos esto. Yo le decía que no, ni loca, pero ella insistía: le gustaba como contaba las anécdotas de mi viejo, con mi humor. Busco mucho el lado B de la historia, esa es mi manera de entrarle a los temas. Después entré al IUNA (Instituto Universitario Nacional del Arte) y cuando egresé me encaró otra vez y sin pensarlo le dije sí, dale, hagámoslo. Ni tiempo de arrepentirme tuve. En una semana pasó por casa y me mostró todo el proyecto. Ella tenía las historias y sus ideas sobre teatro documental y, juntas, le fuimos dando forma al libro.

El desafio que nos propusimos es dilatar todo lo posible el tema. Que sea una nota con bajo contenido “maradoniano”. Sigamos hablando de vos.
Buenísimo. Lo que queremos justamente con esta obra no es salir de gira contando anécdotas de mi viejo o escribir un libro como el de Guillermo Coppola. Guillermo cuenta bien, es todo un personaje, pero sus anécdotas son un poco ficticias.

Impugnemos a Coppola públicamente. ¿Lo que cuenta en su libro es mentira?

El es un personaje que tiene una forma muy rica de contar. Qué sé yo, dice que después del casamiento de mis papás ellos habían ido a ver a un tipo y que mi papá le dijo que se sentía predestinado o algo así, y mi mamá me dijo que nada qué ver, que después del registro civil se fueron a Las Cuartetas. En la obra no hay nada que esté inventado para generar impacto. A veces las cosas son geniales y a veces no tanto.

Una noche te vi en una salita del off donde no había más de sesenta personas viendo la obra, y me pregunté si lo tuyo era el teatro o un caso paradigmático de fobia social.

Creo que te referís a Fuego entre mujeres, la obra de Muscari. ¡Eso fue lo más! ¡Me enamoré de este trabajo gracias a esa obra! Ahí pude pelar como actriz haciendo un personaje que me hizo pasar por todos los estados del mundo. ¡Ahí yo tenía que escupir a Irma Roy! y tuve la suerte de que Irma me dijera: somos iguales, y claramente no éramos iguales. Fue un aprendizaje total. Hasta hoy agradezco la confianza que me dieron. A mí, cuando me gusta el laburo, no me importa si es calle Corrientes o una sala del off. Mientras el proyecto que haga esté bueno, tengo la suerte de poder elegir qué hacer y qué no, una suerte que no tienen otros amigos actores que necesitan laburar.

¿Cuál es tu cachet?

Va a estar mal que lo diga, pero no me importa nada. ¿Está mal responderte que yo trabajaría gratis? Ayy, por favor, no lo pongas... A ver si se lo tomar muy en serio.

¿Ya te pasó?

Sí, conozco lo que es trabajar en cooperativa y no cobrar un mango.

Tratándose de una obra tan personal como ésta, ¿trabajaste con el método Stanislavski?

No, yo no trabajo con la memoria emotiva. La respeto, pero a mí me enseñaron a entrar en el personaje y el problema en el momento determinado. De esta forma termina la escena y me voy a casa sin ningún problema. Igual, bueno, en esta obra es difícil por que se trata de mí, de mi propia historia, y me está resultando difícil llegar al final en los ensayos... Pienso que lo voy a tener a mi papá en la platea -el 12 viaja directo de Dubai para estar en la función- y bueno, nada, vamos a ver... Yo quiero llegar al final, pero...

No entiendo...

Nada, que no pude terminar un ensayo sin llorar. Y no me interesa llorar en la obra. No quiero ese final. Por ahora no pasó un ensayo sin quebrarme. Extraño a mi papá, lo tengo lejos, lo extraño un montón y me están pasando un montón de cosas que capaz antes no me pasaban con él porque, como dice el texto, yo ahora tengo una relación distinta con mi papá y quiero celebrarla con la obra. Esto es un regalo para él. Más vale que quiero que le vaya bien a la obra, obvio, y que la vea un montón de gente, pero básicamente es un regalo para mi papá. Y me parece un lujo poder hacérselo en un teatro.

¿En el recorte del libro qué se decidió dejar afuera y qué se decidió incluir?

Siempre se pensó en encarar la historia desde el humor, porque la directora piensa que yo puedo explotar muy bien esa veta. Lo que te dije antes. La idea no es hablar de la internación de mi papá, todo el mundo ya lo sabe y fue cadena nacional. Tampoco me hago la boluda, eh: se nombran las internaciones, pero de la manera que yo quiero, diciendo que mi viejo tocó el suelo con las manos. Todo con humor. Para mí es más fácil la vida de esa forma.

¿Tu papá te llevaba al teatro?

Me llevaban a ver cosas tipo Jugate conmigo o Chiquititas, ese tipo de teatro.

¿Cuál fue la mejor obra que viste?

Mmm, muchas. Una que me marcó fue Estado de ira (de Ciro Zorzoli).

¿Por qué estudiaste en el IUNA y no fuiste a lo de un Julio Chávez?

Porque en el IUNA me ensañaban semiótica.

Fuente: Clarín

La directora
Hija de “El Barba”

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