Julieta Carrera


Sagitario, el signo de la risa

Por Hernán Salcedo

Julieta Carrera es clown y viene de atravesar una intensa temporada en vacaciones de invierno con “Caracachumba a la carta”, espectáculo en el que, entre músicos e instrumentos, le daba vuelo a su payasa, Sagitario, sorprendiendo a la platea con su estilo descontrolado y desopilante.

Debajo del escenario es fácil comprobar que esta joven actriz hizo de la alegría su filosofía de vida. “El humor me emociona, me encanta, me atraviesa. Estoy todo el día tratando de encontrar el humor en cada cosa que observo, cada pequeño detalle. Me río mucho. No pasa un día sin que algo me cause gracia. Pero digo que me emociona porque cosas que me hacen reír también me hacen llorar de la risa o simplemente llorar”, expresó en una entrevista con Blog Teatro.

Esa actitud, su formación artística y su indiscutible capacidad de hacerle cosquillas al público desde el escenario le allanaron el camino para construir una carrera junto a especialistas del género del clown, como Marcelo Katz. Bajo su dirección, actuó en “Aires”, “Amargo Dulzor” y “Tempo”. Esta última obra, presentada en el Centro Cultural de la Cooperación (C.C.C.) durante 2010, le permitió llevar su nariz roja a Europa, al festival de teatro para jóvenes que se realizó este año en Dinamarca.

¿Cómo entraste al mundo del clown?

Siempre me gustaron los payasos. Pero recuerdo que cuando tenía 18 años fui al Teatro Colón de Mar del Plata junto con mi mamá a ver "Bernarda", una versión de “La casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca. Ahí actuaban un montón de payasos, muchos, y me pareció una obra encantadora. La dirigía Toto Castiñeiras, actual clown del Cirque du Soleil. Cuando terminó dije: “yo quiero hacer eso”. Y me puse a estudiar con él al otro día. Desde ahí, no paré.

¿Qué te pasa personalmente con el humor?

El humor me emociona, me encanta, me atraviesa. Estoy todo el día tratando de encontrar el humor en cada cosa que observo, cada pequeño detalle. Me río mucho. No pasa un día sin que algo me cause gracia. Pero digo que me emociona porque cosas que me hacen reír también me hacen llorar de la risa o simplemente llorar.

¿Cómo definís esos momentos en que estás payaseando sobre el escenario?

Son únicos, irrepetibles, hermosos, sorprendentes, de entrega absoluta. Cada que vez que salgo a escena trato de pensar en el otro, quiero decir, en los espectadores. Pero cuando hago reír siento que no soy yo la graciosa, sino que la naturaleza me da las herramientas para poder serlo y yo simplemente me pongo a su disposición.

Siendo clown el amor que das y recibís es increíble. Cuando la gente me agradece porque la hice pasar un buen rato, en ese mismo instante, agradezco a la vida por darme una profesión tan hermosa como la que hago.

¿Qué tiene el clown que otras disciplinas teatrales no tienen?

La mirada a público, el ver sus caras, sus expresiones, el ida y vuelta con la platea, la sinceridad, el poder jugar con los errores que se suceden en la escena, el mostrarse como uno sin caretas... pero con nariz.

¿Cómo fue que te sumaste al espectáculo del grupo de música infantil Caracachumba?

Estaban buscando una payasa para reemplazar a la antigua que, por razones laborales, no podía seguir. Y uno de los integrantes de Caracachumba me vio en Tempo y dijo: "esta piba me parece que puede ser" (risas). Y luego quedé para integrar el grupo.

¿Qué sentís al trabajar entre músicos tan profesionales?

Envidia. (risas). No, mentira. Bueno, sí, envidia. Me encantaría tocar al menos un instrumento de los miles que tocan. Pero, hablando en serio, porque ¡ojo!, también me pongo seria, me encanta trabajar con ellos, me encantan sus canciones. Son grandes artistas y, lo más importante, son grandes personas. Es un gran honor para mí estar junto a ellos.

Además del clown, ¿repartís tu vida entre otras actividades artísticas o de otro tipo?

Me gusta actuar. Cuando empecé a estudiar teatro a mis 13 años quería ser actriz dramática. Me encanta el teatro, me encanta ir al teatro. Cuando tengo una entrada en la mano siento una emoción terrible. Me atrae el hecho teatral. También doy clases de clown en la escuela de Marcelo Katz y en Studio Shenkin. Me divierte mucho enseñar. Le pongo pasión a lo que hago.

¿Estás en otros proyectos teatrales actualmente?

Tengo ganas de armar algo sola o con otro actor. Pronto me pondré a ensayar y tendrán novedades, pero prefiero no contar mucho al respecto. Me gusta hacerme la misteriosa.

¿Cómo fue la experiencia de actuar en el exterior con “Tempo”?

“Tempo” fue una hermosa experiencia. Estuvimos unos meses el año pasado en el C.C.C y este año fuimos a un festival realizado en Copenhague. Viajar y actuar son las cosas más lindas para mí. Así que fue un momento de felicidad suprema, y no de pollo. ¿Se entiende el chiste? (risas).

Comentarios

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

Entradas populares de este blog

Andrea Gilmour

Susana Torres Molina: Estática

Chamé Buendia: Last Call-última llamada