Mariana Trajtenberg y Nelly Scarpitto: Un ovillo con Pelusa
Títeres en buenas manos
Por Hernán Salcedo
La compañía teatral de títeres El Nudo acaba de estrenar su nuevo espectáculo para chicos “Un ovillo con Pelusa”. A poco de cumplir trece años, esta aventura que nació en las aulas de la Escuela Taller de Titiriteros del Teatro San Martín a partir de la necesidad de un grupo de alumnos de profundizar el trabajo, tiene mucho para celebrar. Con plena confianza en el otro y una cuota de obsesión en el trabajo, han sabido demostrar que se puede mantener vivo aquello que en un principio los convocó: indagar en la poética del títere investigando a partir del deseo.
“Lo que nos unió entonces y nos sigue manteniendo juntos no es tanto una estética determinada sino más bien una misma manera de entender y respetar el trabajo del titiritero. Somos más que nada un grupo de trabajo con mucha exigencia pero también con una enorme flexibilidad y generosidad para poder aceptar las diferencias del otro”, dice a Blog Teatro Mariana Trajtenberg, una de las integrantes de la compañía.
“Parafraseando a nuestro maestro Kartun, la compañía nació por azar, deseo y necesidad”, agrega Nelly Scarpitto, responsable de la dirección de este espectáculo que se está presentando en el Centro de la Cooperación Floreal Gorini.
¿Siempre apuntaron al público infantil?
Nelly Scarpitto: No, somos un grupo de teatro que investiga. De ahí surgen producciones o a veces sólo quedan en investigaciones. Volvemos al deseo: una imagen, un tema, una idea. Luego vemos a quién queremos contárselo.
Mariana Trajtenberg: Hasta ahora hemos hecho tres espectáculos para adultos: “El Molde” (que luego fue “El Nudo / 3”), “Mar de Margaritas” y “El Señor Nicodemo”.
“Un ovillo con Pelusa” es nuestro cuarto trabajo para niños. Los anteriores fueron “Hay que esconder al elefante”, “Un tigre en el gallinero” y “Un Hipo desafinado”. En este momento estamos ensayando un nuevo proyecto para adultos.
N.S.: También trabajamos con Aracaladanza, una compañía de danza contemporánea para niños de Madrid que trabaja en sus producciones con objetos y títeres. Investigamos técnicas de títeres e imágenes para sus espectáculos a partir de temas o imágenes generadas por el director. También el año pasado la cantautora Mariana Baggio nos convocó para realizar un corto con títeres a partir de su canción Luna Lanar.
¿Hay quienes creen que no hay un teatro para chicos sino que hay productos teatrales que pueden ser consumidos por chicos y otros no? ¿Qué piensan de eso?
M.T.: Pienso que el teatro es uno solo, pero según a quién esté destinado, niños o adultos, van a variar las formas de contar, el ritmo, el lenguaje, la duración, teniendo en cuenta el tiempo de atención de los niños de acuerdo a las edades, etcétera.
N.S.: Ariel Bufano decía “no hay flores para chicos y flores para adultos, las flores son flores para todos”. Si bien uno entiende que el teatro para niños es tal, en el momento de la recepción infantil existen particularidades. Por ejemplo hay obras dramáticas y literarias que fueron especialmente escritas para niños pero también hay adaptaciones de obras que no tuvieron previamente ese fin. Hay obras en que se tiene en cuenta a priori al niño como público y otras en las que los creadores no los tuvieron en cuenta y que, sin embargo, fueron “apropiadas” por los niños. Es el caso de obras como “Los viajes de Gulliver,” o “Don Quijote de la Mancha”.
¿Todos los objetos de la obra fueron creados por ustedes?
N.S.: Trabajamos en los ensayos a partir de prototipos que pueden ser una tela, un mamarrachito de gomaespuma, quizás algún títere que ya no participa del escenario, generando las escenas, la historia, sin condicionarnos con la técnica, ni el tamaño, ni nada de eso. En forma paralela asiste a los ensayos, en este caso, la artista plástica Alejandra Alonso, que fue plasmando la estética de los espacios, de los objetos, de los títeres y teniendo permanentes reuniones conmigo.
M.T.: La realización es también de Alejandra Alonso, María Alonso, y también participó parte del grupo: Julieta Alessi, Alicia Arosa, Claudia Villalba y Nelly Scarpitto.
En sus espectáculos anteriores los protagonistas fueron un elefante, un tigre y un hipopótamo. Ahora le tocó el turno a una oveja. ¿Siempre toman un animal como punto de partida? ¿Es pura casualidad? ¿Qué los llevó a elegir una oveja esta vez?
M.T.: No, el punto de partida no suele ser el personaje, sea animal o no. En este caso partimos de una primera imagen que trajo Nelly: un entramado de cañerías que conectan los distintos hogares de un edificio, barrio o ciudad. Los habitantes no perciben la conexión, pero su cotidiano se ve profundamente influenciado por ella.
El entramado de cañerías nos remitía a materiales duros, metálicos y fríos, algo bastante alejado del clima que solemos darle a nuestros espectáculos para niños. Buscamos entonces otras texturas. Indagamos lanas, madejas, hilos, cordones y así fuimos encontrando un tejido de lana para entrelazar nuestros personajes y sus historias. A partir de la lana aparecieron las ovejas y, entre ellas, Pelusa, nuestra protagonista.
¿Quién nace primero, el títere o la obra? ¿Crean muñecos y objetos para contar una historia o primero nace la historia y desde ahí le dan vida a los títeres?
M.T.: Primero está la historia. Los títeres y objetos se van diseñando y construyendo en función de las necesidades que va planteando la obra.
Solemos comenzar a ensayar sin tener la obra terminada. En el lenguaje de títeres una parte de la investigación se centra en ir descubriendo lo que el material da y eso también va definiendo personajes en un ida y vuelta entre lo escrito y lo técnico. Por eso en general trabajamos con prototipos al comienzo de los ensayos. Sí sabemos qué vamos a contar, el cómo lo vamos descubriendo en los ensayos.
Teniendo en cuenta que vivimos en una época donde las pantallas de televisión y de computadora dominan gran parte del mundo infantil, ¿es fácil llegar a los chicos con un espectáculo de este tipo?
M.T.: Mi experiencia con los niños es que si se les da la oportunidad siguen jugando y disfrutando de una buena historia, más allá de la televisión y la computadora que obviamente están y se suman.
Nosotros intentamos que nuestras obras para niños estén destinadas a un público de 0 a 7 años y tratamos de no perder de vista a nuestro destinatario durante todo el proceso de creación. Esto significa tener en cuenta y respetar sus tiempos de atención, el humor, la ternura.
Creo que somos muy conscientes de la responsabilidad que implica trabajar para los niños y sabemos que para un gran número de nuestros espectadores, esta obra será su primera experiencia teatral. Eso es muy fuerte.
¿Cuál es para ustedes el valor que puede tener para un chico sentarse a mirar y dejarse llevar por un espectáculo de este tipo?
M.T.: El lema de la escuela de mis hijas es “el futuro del niño es hoy” y lo tomo. Nos interesa que los chicos pasen un buen momento en el teatro, que tengan una buena experiencia teatral por el hoy, que conozcan y disfruten el ritual del teatro, el hecho vivo. Pero también pensamos que el hábito de asistir al teatro se construye, tanto en los niños de hoy como futuros espectadores, como en los adultos que no van habitualmente al teatro y se encuentran acompañando a los chicos. Muchos adultos nos comentan a la salida que se sorprenden disfrutando de un espectáculo para niños y se emocionan viendo disfrutar a sus hijos, nietos, sobrinos.
N.S.: No pretendemos educar a los niños. Ir al teatro es estimular la imaginación, emocionarse, reírse, reflexionar, conectarse con el mundo del arte. En tal caso, intentamos acompañarlos en su ingreso al mundo cultural.
M.T.: Nosotros solemos decir que uno de nuestros anhelos es “fundar espectadores”, que los niños tengan una excelente experiencia en el teatro y quieran volver. Que el teatro sea una opción.
"Un ovillo con Pelusa" es una historia enredada por la pequeña Pelusa, una ovejita juguetona e inexperta que va en busca de su ovillo perdido. Pelusa y el ovillo entreveran los hilos del tejido de la abuela, bailan en una cocina con deliciosos panqueques, ruedan por una biblioteca atiborrada de libros mágicos, se enredan con la ropa colgada en la terraza y navegan por el mar. Pelusa teje y desteje caminos y así irá encontrando nuevos amigos para compartir su disparatada aventura.
Funciones: sábados y domingos a las 16.
En vacaciones de invierno: de martes a domingos a las 16.
Lugar: Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, Sala R. G. Tuñón, Av. Corrientes 1543, CABA. Informes al 5077-8077.
Localidades: $35 (menores de 2 años sin cargo).
Títeres para niños de 0 a 7 años.
Intérpretes: Mariana Trajtenberg, Daniel Scarpitto, Claudia Villalba, Julieta Alessi y Alicia Arosa
Dramaturgia: Mariana Trajtenberg
Dirección y puesta en escena: Nelly Scarpitto
Diseño de títeres y objetos: Alejandra Alonso
Realización de títeres y objetos: Alejandra Alonso, María Alonso y El Nudo - Compañía Teatral
Música original: José Ríos y Federico Palmero
Participación especial: Coco Romero, Susana Ferrer, Laura Alonso, Marcelo Yeyati, Leo Savelón y Lidia Comaschi.
Diseño de iluminación: Sebastián Ochoa
Fotos y D.G.: Andrés Sahade
Ejecución sonora digital en vivo: Adrián Landeira
Asistencia: Jorge Piccardo y Florencia Paz Landeira
Más información en www.elnudotiteres.com.ar
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