Querida Marta
La soledad, bajo una mirada tierna
El unipersonal de Irene Sexer es un profundo trabajo en el que se nutre de diversas técnicas y logra conmover,
El buen teatro no muestra, revela. Sus caminos para llegar a los resortes íntimos del espectador, a su sentimiento o su pensamiento, son múltiples, pero siempre instala en él una mirada distinta, conmueve su poder de revivir algo que nunca había pensado o que tenía olvidado o dormido en su espíritu. Con una sencillez poética que es la síntesis de un laborioso proceso de búsqueda, Querida Marta nos enfrenta a la soledad del ser humano, esa carencia que todos hemos sentido alguna vez y que para algunas personas constituye un escollo insalvable en su existencia.
Los escasos objetos colocados en el escenario -un pequeño banco, un mueble pequeño transportable, algunas lucecitas de Navidad y una guirnalda con fotos de amigos- nos exponen la primera imagen de esa mujer que, sola, festeja su cumpleaños imaginando que está acompañada. Marta no es alguien que se regodea con su sufrimiento, todo lo contrario, quiere ser feliz, desea que la amen, pero no lo logra. Y lo expresa sin tapujos, de ahí que concite rápidamente la solidaridad del espectador.
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En Pata de Ganso, Pasaje Zelaya 3122. Viernes, a las 23.
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