Agustín Busefi y Joe Rígoli: Como una lluvia de magnolias


Una pasión intacta

Agustín Busefi y Joe Rígoli. Viven en la Casa del Teatro y en el Regina llevarán adelante, el lunes, una función solidaria.

Enrique Santos Discépolo busca a Dios. Entonces va y pregunta dónde puede encontrarlo. Consulta a Eva Perón, a Victoria Ocampo, a Alfonsina Storni, y a muchos otros más. Así se desarrolla Como una lluvia de magnolias, una obra que funcionaa la manera de homenajes a importantes mujeres argentinas y a los hombres que estuvieron a su lado. Se presentará el lunes en el teatro Regina con motivo del Día Internacional de la Mujer y contará con la participación de algunos de los residentes de la Casa del Teatro, una entidad que alberga y protege a actores y actrices que en su vejez buscan un lugar digno para vivir. La iniciativa surgió a partir del trabajo realizado por la Juventud de Obras Públicas en la Casa del Teatro, que además de hacer refacciones en el edificio reunió a un grupo de residentes con el objetivo de mantener viva la llama que los alimentó toda su vida: la actuación. Como buenos generadores en este oficio de sueños, ahora van por más: el objetivo es conformar un elenco estable.

El director de la obra, Agustín Busefi, y uno de los actores, Joe Rígoli, viven en la Casa del Teatro y conversaron con Clarín. El primero tiene 72 años y el segundo, 73. Ambos poseen una larga trayectoria pero, a pesar de los años, se reconocen como personas muy activas. Busefi, quien también es autor del texto, explica que en Como una lluvia de magnolias, el hilo conductor es el personaje de Discépolo, interpretado por Rígoli. "Estoy enamorado del personaje. Me vuelve loco y me emociona hacerlo. Admiro mucho a Discépolo", dice Rígoli, quien ya lleva actuando 59 años. Desde julio de 2009 vive en la Casa del Teatro, donde en 1938 ingresaron los primeros ocho huéspedes y actualmente residen casi 50 personas. "Yo soy uno de los más jóvenes de la casa", cuenta Rígoli, y dice que el lugar es "una maravilla". "Es un hotel en Recoleta, tenemos desayuno en la habitación y un comedor cinco estrellas. La verdad que hay que agradecer, porque es la primera vez que un gobierno se preocupa por los actores. Además, con los arreglos, mi bulín está quedando un chiche", añade.

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