Luis Felipe Alegre y Carmen Orté


Operarios de la “máquina de trovar”

El actor y director Luis Felipe Alegre y la cantante Carmen Orté, que se presentan hoy en la Biblioteca Nacional y el domingo en El Crisol, rastrean las conexiones de la poesía entre América y Europa y su poder para disparar la interpretación.

Cuando la poesía es dominada por la palabra y el canto del juglar nacen agrupaciones como El Silbo Vulnerado. Dirigida por el actor y director Luis Felipe Alegre y la cantante Carmen Orté, esta compañía recrea en escena romances y canciones populares, poesía contemporánea y juglaresca. Se ha presentado en teatros y espacios no convencionales, y en países europeos y americanos, entre otros Argentina, donde en 1997 mostró espectáculos ambiciosos como Goya, poesía circundante y en 2005 Argentino hasta la muerte, homenaje al poeta y ensayista César Fernández Moreno. El Silbo reúne a artistas de distinto origen, algunos de larga trayectoria junto al grupo como el argentino Héctor Trillo, quien dirigió Goya...; Clásicos In Versos, Quevedo y Sátira, sátiro. El equipo –que además edita discos– ya mostró su repertorio en la Feria del Libro, el C. C. de la Cooperación y la Casa de Lectura, de Lavalleja 924. En diálogo con Página/12, Alegre y Orté, directores de El Silbo (que remite a un soneto de Miguel Hernández), sostienen que la poesía ocupa hoy un lugar destacado en la región a partir del impulso editorial de los ’80.

–¿Cómo surge el interés del grupo por la poesía latinoamericana?

Carmen Orté: –En mi caso aparece antes de El Silbo, porque ya había trabajado con argentinos y conocía el canto y la poesía de Atahualpa Yupanqui y el Martín Fierro, de José Hernández. En los ’70 había cantidades de argentinos en España, y en concreto en Zaragoza, donde yo estaba estudiando. En la ciudad había lugares donde se hacían reuniones y siempre encontrábamos a un argentino o a un uruguayo que cantaba. Aprendí canciones folklóricas y de cantautores y las incorporé a mi repertorio. Tengo formación musical desde muy niña, vengo de una familia que canta y para mí esto es algo natural, como para Luis Felipe la poesía.

Luis Felipe Alegre: –El interés surge con la lectura. El idioma nos relacionaba; leíamos a Neruda y necesitábamos saber quién era, de dónde era. En esos años llegaron músicos y poetas singulares, como Mario Trejo.

C. O.: –Nos entusiasmábamos con los temas de Zitarrosa, Eduardo Falú, José Larralde, Horacio Guarany, Alberto Cortez... Tenían su público, y llenaban. Yupanqui fue muy versionado por algunos grupos de jóvenes.

L. F. A.: –Descubrimos la payada, una forma de cantar razonando.

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