Claudio Tolcachir, Lautaro Perotti y Melisa Hermida: Dínamo


Llega a Timbre 4 "Dínamo", la nueva creación de Tolcachir, Perotti y Hermida

La obra transcurre en una casa rodante con música en vivo y traza un bello recorrido en clave absurda por la fragilidad de los vínculos, se estrena en la sala situada en el barrio porteño de Boedo.

Tres autores y directores junto a tres actrices (Marta Lubos, Paula Ransenberg y Daniela Pal), con el denominador común de Timbre 4, un espacio –teatro, compañía y escuela- nacido hace más de 15 años, con una forma cooperativa de trabajo, se arriesgan a fusionar distintos lenguajes y escapan del significado habitual de las palabras.

La obra viene gestándose hace un año largo para lograr contar (sin relatar) historias sencillas y delirantes originadas en mundos femeninos diferentes entre sí, aunque todos signados al mismo tiempo por la lucidez y la locura.

“Dínamo”, esa palabra surgida en las reuniones de escritura y que da nombre a la obra, en un momento inicial del proceso creativo fue un objeto real y formó parte de la escenografía.

Con el correr de los ensayos, sólo quedó el vocablo como título, ya que alude a, “esa energía manual, de hechura casi artesanal, que genera como una magia que deseábamos sucediera entre los personajes”, detalla Tolcachir, en una charla mantenida junto a los otros dos realizadores y Télam.

“Las tres criaturas –continúa- si bien nunca alcanzan a formar un núcleo, en cierto momento logran comunicarse, registrarse como pueden para acercarse mutuamente su calorcito”.

El creador de “Emilia”, pieza que hoy está girando por Italia, “La omisión de la familia Coleman” y “El viento en un violín”, ambas en La Plaza, destaca que para el estreno de hoy partieron “desde pocas certezas, sabíamos que ansiábamos trabajar con el peso repartido en los tres, mezclarnos, amarnos, pelearnos y contenernos”.

La coordinación de tres voluntades más egos parece ardua, y genera chistes compartidos que insisten a lo largo de la entrevista como, “tres síncopes al unísono”; “en esta puesta todo es exagerado” y “estamos seguros del riesgo por tres”.

De todos modos, Lautaro Perotti (uno de los malos de “Noche y día” por El Trece) quien dirigió la bella “Breve ejercicio para sobrevIvir”, puntualiza que, “cuando miro la obra, no identifico que exista cierta parte, diálogos o elementos que pertenezcan a cada uno por separado y los armonizamos. No hubo nada de eso, con trabajo se fue armando una puesta con unidad.”

Si bien durante la trama se escuchan los acordes en vivo del músico y actor Joaquín Segade que se funden con la intensidad de las imágenes, la obra tiene su propia música, una canción que respeta subjetividades y diferencias, pero suena como un todo.

Para Melisa Hermida, la joven directora de “Alizia”, la obra fue marcándoles lo que se precisaba contar, casi como si estuviera “pidiendo pista, ya que nunca tuvimos un texto que nos precediera, ‘Dínamo’ surgió a partir de un descubrimiento”.

Gracias a los ensayos con la presencia de alumnos de la escuela de teatro que funciona allí, la obra empieza “a completarse”, y quizás en la nueva producción que viajará al Festival de Avignon, Francia, en julio, la fusión de lenguajes que atraviesa la historia pueda aportar riqueza al proceso.

Los tres ríen cuando se les pregunta por el trabajo con el lenguaje y coinciden en que casi como sucedió con la génesis de Timbre 4, “esta puesta nació a partir de un desafío, de las ganas de hacer cosas distintas, por eso trabajamos el lenguaje en forma diferente, con otras escenas que no pedían palabras”

El riesgo de salir del lugar confortable ganado mediante una bella y conocida forma de contar historias para navegar las aguas del absurdo y los silencios, intenta cumplir el sueño de generar universos raros para el espectador, pero que al habitarlos de forma natural terminen ganado la complicidad del público.

Dentro de esa lógica que parece homenajear a Beckett, libre de solemnidades, las tres actrices transitan los reducidos espacios de una casa rodante quieta en medio de la nada.

La escenografía diseñada por Gonzalo Córdoba Estévez atesora una precisión de relojería e implica otra obra que no se ve, la que sucede detrás de escena bajo la mirada de María García de Oteyza en la asistencia de dirección, para que cada personaje nos permita espiar su cotidianidad.

La propuesta de “Dínamo” invita a trabajar con placer para modificar la percepción y despertar los sentidos frente a las escenas, una tarea para volver a descubrir que el teatro puede ser una fiesta, con sus risas y llantos. Las funciones se realizan los viernes y sábados, a las 21 y 23, en México 3554.

Fuente: Télam

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