miércoles, 20 de enero de 2016
Gonzalo Heredia: Poder absoluto
"Nunca hice una telenovela tan clásica"
Gonzalo Heredia es uno de los protagonistas de Los ricos no piden permiso, que estrenó la semana pasada en El Trece. Además, se sumó al elenco de la obra Poder absoluto, del autor español Peña Carulla.
Además se su protagónico en la telenovela, el actor desembarcará el próximo viernes junto a Carlos Kaspar en el Teatro Payró donde interpretarán Poder absoluto, una pieza del español Roger Peña Carulla que, aseguró, "muestra en forma cruda y cruel la cocina de la política".
"Esta obra te permite ser testigo de cómo se mueven los números, cómo piensan, cómo se resuelve todo en política. Es atrapante por lo real, por la mirada honesta y a la vez cruel de cómo se tejen las cosas", indicó Heredia en diálogo con Télam.
Dirigida por Oscar Barney Finn, la puesta situada en Austria a fines de la década del '80, cayó en manos del actor, podría decirse, por obra del azar. Fue en los tiempos muertos de las grabaciones de la tira Los ricos no piden permiso, donde comparte elenco con Leonor Benedetto y donde, también, ambos comenzaron a intercambiar lecturas y recomendaciones sobre piezas de teatro.
"El texto es muy sólido, con un armado arquitectónicamente perfecto y de una actualidad política tremenda. Se mete en un terreno que está muy latente en nuestro país, con el comienzo de un nuevo gobierno y el entramado político que se teje hacia un lado y el otro", adelantó el actor que debutó como realizador teatral con El Montaplatos de Harold Pinter en 2012.
"El candidato -continúa- lo cita para hacerle un encargo y en el contexto de la charla empieza a contarle cómo es el juego de la política, cómo se piensa, cómo se maneja; hablan de la división de poderes, la guerra, la paz, donde se habla de absolutamente todo".
Hasta que Bauer, aquel joven cuadro con un futuro promisorio dentro del partido, sufre un cambio inesperado por motivos que el actor de Los únicos y Mis amigos de siempre prefiere no develar: "Mi personaje empieza de una manera y termina de otra. A nivel actoral transitar ese arco me resultó tan atractivo como complejo", confesó.
Aunque si de dificultades se trata, Heredia devela que el mayor desafío defue incorporarse a una puesta que ya estaba en marcha a menos de un mes del debut: "Es una obra muy difícil, con terminología técnica, con dialecto que no utilizo a diario y tuve que estudiar la letra durante tres semanas mientras grababa una tira, así que trabajé con apuntador mientras, en mis ratos libres, escuchaba el texto en un audio".
Es que hace una semana atrás Heredia debutó junto a un elenco de actores que completan -entre otros tantos- Luciano Castro, Araceli González, Juan Darthés, Luciano Cáceres, Julieta Cardinali y Sabrina Garciarena, Los Ricos no piden permiso, tira que recrea, se nutre y propone una estructura de culebrón clásico centrada en la lucha entre clases sociales.
"Nunca había hecho una telenovela tan clásica. Sí tiras costumbristas, historias de amor, pero no un culebrón hecho y derecho que, descubrí, tiene mucho tecnicismo, un tempo propio, una contundencia en los textos, una impronta que como actor es un entrenamiento increíble", reconoció el protagonista de telenovelas como Valientes, Malparida y Lobo (las tres de El Trece).
Precisamente, consultado sobre el reverdecer de un género que aparecía retirado de las pantallas locales, Heredia advirtió que gracias al éxito que tuvo en El Trece la novela turca Las mil y una noches, los gerentes de los canales de aire "descubrieron que había un público huérfano".
"Es el televidente que mira la novela -abundó- que se engancha, sufre y nosotros estamos apuntando a ese público que es fiel más allá de las plataformas nuevas que están apareciendo".
Sobre su personaje allí, Agustín Villalba que es uno de los hijos de la familia rica-matriarcado que encabeza Norma Aleandro, Heredia admitió que bastó con ver los libros para pensar en la pieza de Tennessee Williams La gata en el tejado de zinc caliente.
Porque su papel es el de un joven rebelde y con una fuerte tendencia autodestructiva: "Es que Agustín me hizo acordar al personaje de Brick, un hombre atormentado que tiene todo al alcance de la mano pero siente que no tiene absolutamente nada", concluyó.
Fuente: Tiempo Argentino
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