Día Mundial del Teatro


Festejo para generaciones de teatreros

La jornada giró en torno del tema “Teatro argentino y política”, con presentaciones a cargo de Laura Novoa y Juan Gil Navarro. Leonor Manso y Ricardo Halac leyeron, respectivamente, el mensaje internacional y el mensaje nacional.

El miércoles por la noche, un evento teatral logró algo que no suele verse en las salas: cientos de personas de distinta edad –sorprendió gratamente la cantidad de jóvenes– se reunieron bajo un mismo techo para presenciar el mismo espectáculo. No se trató de una obra (quizá por eso la conjunción de generaciones), sino de una celebración: la del Día Mundial del Teatro, que es hoy en todo el mundo, pero que en el Teatro Nacional Cervantes (TNC) se festejó por anticipado, con una ceremonia que duró cerca de dos horas. Organizada por Argentores, la Asociación Argentina de Actores, el TNC y el Centro Argentino del Instituto Internacional del Teatro /Unesco, la jornada giró en torno del tema “Teatro argentino y política”.

Laura Novoa y Juan Gil Navarro fueron los elegidos para conducir la ceremonia que se realiza anualmente y que este año contó con la dirección técnica de Carlos Di Pasquo y Fernando Díaz, la producción de Ricardo Sassone y Ana Seoane y la dirección general de Francisco Javier, quienes se encontraban en los palcos de la imponente Sala María Guerrero del único teatro nacional de la Argentina. Los actores –muy elegantes– se colocaron en una tarima ubicada a la derecha del escenario y dieron pie a cada intervención que hubo: un discurso de bienvenida, dos lecturas a cargo de actores y presentaciones de cinco fragmentos de espectáculos vinculados con la temática central del evento. Que, además, va en consonancia con la que por estos días tiene como eje la Fiesta Nacional del Teatro, que se está celebrando en Salta bajo el lema “La celebración de la Memoria”.

El encargado de pronunciar las palabras de bienvenida fue Sassone, profesor e investigador universitario, además de productor teatral. “El teatro es un decir y un hacer, una articulación entre la dimensión poética y la pragmática. En esa conjunción surge un espacio de reflexión, que se transforma en un hecho político, mediado por estéticas y poéticas”, comenzó, explicando el porqué de la temática elegida para la jornada de este año. “Muchas veces, además, el teatro se vuelve revolucionario. Y en nuestro país hemos tenido muchos de esos momentos”, continuó, recordando especialmente al movimiento Teatro Abierto. “El vínculo entre política y teatro es entonces interno y externo, y eso es lo que intentaremos demostrar con los fragmentos de los espectáculos que hemos elegido para hoy”, concluyó el organizador.

Las obras elegidas fueron Así es la vida, de Arnaldo Malfatti y Nicolás de las Llanderas, con dirección de Santiago Doria; La bestia rubia, con texto de Andrés Gallina y dirección de Tatiana Santana; Café irlandés, escrita y dirigida por Eva Halac; El Topo, de Luis Cano, y Rats, casi un musical, con libro y dirección de Sebastián Kirszner. Los fragmentos se presentaron en ese orden, que respondió a la sucesión cronológica, temporalmente hablando, de los acontecimientos narrados: el primero es un texto costumbrista escrito hace 80 años en el que se muestra a una familia porteña en diferentes momentos históricos. El segundo narra algunos episodios de la vida del padre Carlos Mugica (en especial su relación con el peronismo); Café irlandés cuenta las aventuras de Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez tratando de investigar el paradero del cuerpo de Eva Perón. El Topo está situada en los años en que se empezaron a demoler edificios y teatros históricos, y Rats..., después de 2001, aquel estallido social que tuvo repercusiones también para los protagonistas de la obra. Así, la sucesión de fragmentos permitió reconstruir un poco el panorama político de los últimos cien años desde estéticas completamente distintas y con actores de diversas generaciones.

Entre medio de los fragmentos, que fueron escenas más o menos largas según la pieza, Leonor Manso y Ricardo Halac leyeron, respectivamente, el mensaje internacional y el mensaje nacional por el Día Mundial del Teatro. Manso hizo suyas las palabras del polaco Krzysztof Warlikowski, autor del discurso, y uno de los directores europeos más relevantes de la actualidad quien, entre otras cosas, escribió que “los verdaderos maestros del teatro generalmente son encontrados fuera de los grandes escenarios”. “Tienen poco interés en hacer el teatro como una máquina para reproducir lugares comunes y clichés. Los verdaderos maestros vienen a buscar la verdad, esa pulsante fuente de corrientes vivas que va más allá de los espectáculos y de cientos de espectadores que se empeñan en copiar la realidad de un mundo sin contenido.”

Pero el momento más emotivo de la noche tuvo lugar cuando Halac –quien fue elegido como la personalidad teatral local que escribiera el mensaje nacional– pronunció su discurso. Con mucho humor, el teatrista hizo un recorrido por su propia experiencia con el teatro: contó la primera vez que vio una obra en la calle Corrientes (Blum, de Enrique Santos Discépolo), a sus 14 años; la primera vez que vio actuar a Alejandra Boero (“la gran actriz”) en el teatro independiente; y su primera vez en el circuito oficial, de la mano de Carlos Gorostiza. “El capocómico, la gran actriz comprometida y el gran autor ya no existen cincuenta años después bajo esas formas. Pero todos ellos tuvieron descendencia, y qué descendencia: miles de excelentes actores también comprometidos con su trabajo y la realidad que le toca vivir, y miles de autores prolíficos que devienen también en directores, actores y productores”, expresó Halac conmovido, minutos antes de que se diera por finalizado el acto y que todos los artistas participantes salieran a saludar y a empaparse de aplausos.

Fuente: Página/12

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