Nicolás Acosta: Sinfonía y sus visitantes


Un espectáculo con mensaje y complicidades

Sinfonía es como las grandes urbes que hasta hace poco tenían una computadora por casa y era una locura, cuando ahora cada uno tiene una en el bolsillo que supuestamente nos mantiene comunicados, pero en realidad estamos más aislados", define Nicolás Acosta sobre el lugar de fantasía de la obra que protagoniza, Sinfonía y sus visitantes.
A esa hermosa ciudad llega el villano Vil Lámpara, que destruye las plazas para construir shoppings. Al no tener espacios para jugar, los chicos se refugian en sus casas a mirar televisión y jugar a la compu.
Para saber cómo se resuelve el problema, habrá que darse una vuelta por el Teatro Corrientes de Mar del Plata, en cuya planta baja, casualmente, se hizo un shopping peatonal "y hay mucha gente que cree que cerraron la sala", dice aún asombrado Acosta.
El público, a diferencia del que la obra encontró en Buenos Aires durante el año, está integrado por "chicos que tal vez por primera vez van al teatro, y eso enriquece muchísimo cada presentación".
Al ser dos las funciones diarias, permiten "un ejercicio tremendo, e incluso "a veces hay una tercera función por día, y eso hace a un entendimiento que en Buenos Aires cuesta más".
Además, para bien de los actores, hay que agregar que el cambio de paisaje los ayuda a mantener la vivacidad de la obra: "A modo personal, salta algún chiste o metemos el nombre de alguna playa para que no sea acartonado o estático, que tenga referencia del lugar; porque es un espectáculo que tiene mucho contacto con el público, miradas, complicidad, guiños, y con esos pequeños cambios siempre se gana. La temática de la obra es tan actual, que siempre hay algo para agregar y hacerla bien de hoy."
Junto con Carolina Ferrer, Carlos Ledrag, Gerardo Serre y Gonzalo Moreno en el escenario, y con Marcelo Serre en la dirección, van haciendo pequeñas modificaciones al libro, como para que cada función aplique lo que decía un filósofo japonés del año 1200: "Al que enciende una antorcha para iluminar el camino a los demás, también le sirve para iluminar su propio camino."

Martes a domingos, a las 19 y 20:30 horas, en el Teatro Corrientes (Corrientes 1760, Mar del Plata). Entradas: $ 90.

Fuente: Tiempo Argentino

Comentarios

Entradas populares de este blog

Andrea Gilmour

Susana Torres Molina: Estática

Chamé Buendia: Last Call-última llamada