Heidi Steinhardt: Aún no consigo besar


Del off español a las salas argentinas

Dirigida por Heidi Steinhardt, la pieza cuenta la historia de la mujer que recibió el primer trasplante de cara.

Mientras dirigía teatro en España y caminaba por una callecita, la dramaturga Heidi Steinhardt entró en una sala de teatro off y se llevó una gran sorpresa. Vio una pieza del autor Diego Bagnera llamada Aún no consigo besar, y quedó cautiva. La historia la enamoró. Enseguida se movió para contactar al hacedor y, un tiempo después, la adaptó para presentarla en Argentina bajo su dirección actoral.

–¿De dónde surge Aún no consigo besar?
–La obra cuenta la primera presentación en público de Isabel, la primera persona en recibir un trasplante de rostro. Está en clave de ficción y el soporte es un hecho real, el primer trasplante realizado en Francia. Hay un relato que nos cuenta cómo ella vivió su accidente, hasta flashbacks que ponen en tensión con cosas que ellas dice que pasaron esa noche en el accidente. Emocionalmente es muy fuerte.
–¿Cómo surgió la idea de ponerla en escena?
–Vi la obra en el off de Madrid y me gustó muchísimo. Pude hacer la adaptación, porque había aspectos que por una cuestión cultural se iban a entender mejor de otra manera. La gente allá está muy habituada a ver teatro en espacios pequeños. En términos de estructura, cambié algunas cosas muy puntuales, pero conservé la poética de Diego y el noventa por ciento del texto.
–¿Qué fue lo que te atrajo?
–En realidad, primero le pedí el material para ver cuánto tenía que ver lo que yo había visto, con lo que estaba realmente escrito. La corporalidad de la protagonista es una parte clave de la obra. Acá, en Buenos Aires, todavía nos falta recuperar el espacio donde se ponen en jaque los lenguajes, por eso en relación al montaje era un gran desafío. Más, cuando se trata de un caso real.
–¿Por qué mencionaste la corporalidad de la protagonista?
–La protagonista está de espaldas toda la obra. Estella Garelli, la actriz, trabajó mucho porque es muy difícil para un actor actuar de espaldas. Ella confía en otras posibilidades expresivas, aunque yo misma me daba cuenta de que es una propuesta muy singular y el relato se vuelve estático a veces. Se pierde lo genuino de la propuesta dramatúrgica en casos así.
–¿Suele ocurrirte a menudo eso de ver una obra y quererla hacer propia?
–Eso me pasó esta sola vez. Suelo montar mis propios textos, pero sí me pasa cuando leo un material y digo "esto es para mí". Lo quiero dirigir. A veces siento que no es el momento, pero por la impresión que me da no dirigir algo propio. Como futuros proyectos quiero montar El trompo metálico en España, tengo ganas de hacer algo de Jean Luc Lagarce. También quiero montar Calígula, que no se dio por una cuestión presupuestaria, pero ya llegará.

Fuente: Tiempo Argentino

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