Carlos Casella


Carlos Casella: "Necesito alejarme un poco"

Un espacio experimental en busca de la entrevista soñada: el entrevistado se interroga y se fotografía

El actor Carlos Casella, que se permite llamarse Carlitos, se muestra irónico, desafiante y multifacético en esta autoentrevista. Cierra con instrucciones para su epitafio y remata con una autofoto al lado de un tigre, aunque bien podría haber sido un escorpión.

-Hola Carlos, ¿cómo está?

-¿En qué sentido me lo pregunta?

-En el único sentido que hay. ¿Cómo se siente?

- Ah, pero eso es muy íntimo, es una pregunta muy profunda como para responderla así nomás. No sé si quiero contestarle así de rapidito.

-Fue una pregunta bastante al pasar. En realidad yo ya sé cómo está, es muy transparente.

-¿Ah, sí? Me encantaría estar en su lugar y poder tener una experiencia conmigo mismo, pero desde afuera. Tengo una especie de presbicia con la lectura hacia mí mismo. Necesito alejarme un poco para poder sacar conclusiones. Usted que ve tan bien, ¿me podría contar cómo estoy?

-Mantengamos el eje entrevistador/entrevistado. Por favor responda esa pregunta al pasar también y sigamos.

-Ok, muy bien, gracias.

-No me queda claro si es coreógrafo, cantante, actor, director? ¿Qué vendría a ser usted?

-Qué pregunta antigua. ¿En serio le interesa la respuesta? Es la pregunta que más me hacen, pregúnteme otra cosa.

-Alguien dijo que sería bueno que lo dejen de llamar Carlitos. ¿Le molesta el diminutivo?

-Para nada. Concuerda con mi sensación interna, mucho más que Carlos.

-¿Y eso?

-Soy un eterno adolescente.

-Entonces esa persona estaba en lo cierto... Ya tiene 45 años, hágase llamar Carlos.

- No creo que siempre tenga que coincidir todo, ya aprendí que el orden de las cosas no es siempre de la misma manera ni trae los mismos resultados.

-¿Se ampara en la teoría de la subjetividad?

-No me amparo. Creo absolutamente y trato de sumarme.

-Qué profundo.

- Sí, soy escorpiano.

-Lo dice con orgullo, ¿lo está?

- Tener un aguijón incorporado no es lo más práctico del mundo, me trajo algunos problemas, sobre todo que por algún motivo siempre logro picarme a mí mismo. Después de años di con la fórmula del antídoto y hoy me resulta más fácil llevarme bien con todas mis partes.

-Entonces se ve con bastante claridad.

- Ah, no, para nada, aquí adentro está todo bastante oscuro. Pero así es mi naturaleza, ya estoy entrenado.

-¿Quiere que le regale una linterna?

- No, gracias, todo escorpiano tiene un traje de luces y lentejuelas guardado en el ropero para sobrevivir. Tienen que querernos también, ¿no?

-Qué superficial.

- ¡Ah! ¡Unos tacos también!

-Qué irónico, ¿me está provocando?

-Que en mi lápida pongan: Escorpiano orgulloso, irónico, profundo y superficial .

-Defínase: ¿profundo o superficial?

- Pro-ficial, súper-fundo.

-Qué gracioso.

- Ah, eso también, pongan: gracioso.

Fuente: La Nación

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