Pepe Cibrián Campoy: Calígula



"La corrupción prevalece"

Treinta años después, reestrena su musical Calígula, creado durante la dictadura. Lo considera vigente.

Calígula se estrenó el 13 de mayo de 1983 –recuerda Pepe Cibrián Campoy–, eran tiempos de la dictadura de Bignone. Hoy siento que es el musical que más amo. No puedo creer que tenga treinta años y que siga tan vigente”. Con estas palabras, el autor y director, sentado en una de las butacas de la sala mayor del  Centro Cultural Konex, ultima detalles antes del jueves 16.

—¿Quién era Calígula?
—La dictadura, nadie lo dudó. No me la prohibieron, porque no creían que desde un musical se podía criticar al gobierno, imaginaban plumas. Vinieron inspectores del Ministerio del Interior a los ensayos, pero teníamos dos versiones: una era la verdadera y la otra se parecía a Walt Disney. Nos avisaba un quiosquero cuando llegaban y les mostrábamos la más infantil.
—¿Por qué elegiste este personaje?
—De Calígula sólo hay cuatro páginas que escribió Suetonio, un historiador romano que vivió cien años después y que se ocupó de los doce césares. Me pareció muy interesante su vida y su conflicto básico: en esa época todos los emperadores eran considerados dioses. Su problema es que él quiere que lo crean dios.
—¿Hoy qué resuena?
—Cumple treinta años, pero creo que la corrupción, la impunidad y la inseguridad prevalecen, pero no la estreno para hacer una crítica al actual gobierno. Voté a la presidenta Cristina, por ser inteligente y me pareció maravillosa su plataforma, pero veo que no la cumple. No estoy de acuerdo con la frase que repiten: “ellos o nosotros”, ni con que exista la palabra miedo o que se asocie a la AFIP. Soy un ciudadano en democracia, por eso quiero opinar. No soy anti-K, ni K, creo que hicieron muchas leyes maravillosas, como la igualitaria, por la que me pude casar con Santiago. Quiero que escuchen, somos todos argentinos, nos deben gobernar por igual a los que están de acuerdo y a los que no.
—¿El problema es el poder?
—Todos los grandes poderes son maquiavélicos, desde los rusos hasta los americanos. Escucho a los políticos y veo que se insultan y al día siguiente hacen una alianza. Hoy se dicen de todo y luego se abrazan para la foto.  Creo que los argentinos somos bastante pasivos, soportamos que un espectáculo empiece cuarenta minutos tarde, pero cuidado, toda paciencia tiene su límite. Llegan las elecciones y se puede cambiar el voto.

"Me duele mi país"

“Estoy preparando La Rubia Mireya, que será un melodrama –anticipa Cibrián Campoy– y también tengo escrito un texto sobre Regina Pacini, la mujer del presidente Marcelo T. de Alvear. Es una historia muy poco conocida que se me disparó a partir de leer la novela La pasión de un aristócrata, del rosarino Ovidio Lagos. Me invitaron desde Fuente Vaqueros, ciudad natal de García Lorca, en Granada, para presentar Marica y luego lo llevaré al Festival de Miami.

—¿Qué te sigue produciendo dolor?
—Mi país, hoy me duele mucho, porque lo amo profundamente. Mi dolor no es personal, no tengo problemas, pero sí mi gente, hay muchos que lo pasan muy mal. Me dolería que se muriera Santiago antes que yo. Me molesta apagar la luz junto a mi cama y cada noche pienso: ¡otro día que se me fue! Aprendí mucho a disfrutar el tránsito de la vida, pero me sigue hiriendo la traición. Grito, soy lorquiano y siento que la gente me quiere. Siempre fui muy obsesivo.

Fuente: Perfil

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