Laura Yusem: Será de Dios



"Me peleo con la cosa culturosa"

La directora acaba de estrenar Será de Dios, espectáculo donde incursiona en un género que no conoce: el grotesco. Dice ser una buena espectadora y asegura que hay que acostumbrarse a que el miedo nunca se pierde en el teatro.

Dice que no puede dejar de fumar. Dice, con menos énfasis, que no puede dejar el teatro: dirigirlo y enseñarlo. "En realidad a esta altura de mi vida, como empecé a los 15, no conozco otras cosas", ríe Laura Yusem. Al menos eso que conoce lo hace muy bien. Eso dicen propios (lo que la conocen) y extraños, los que ven las obras que dirige. La última, Será de Dios, con Clara Pizarro, actualmente en El Patio de Actores, espacio que también ambas dirigen.

–¿Cómo llegó a Será de Dios?
–Vi espectáculos de Mónica Cabrera (la autora), que además es una muy buena actriz, y con una producción infernal: hace unipersonales y se escribe para sí misma. Me fascinaron sus espectáculos. Y tenía un grupo de ex alumnos, ya todos experimentados, con ganas de hacer algo. Como éramos tantos (ocho en total), no es fácil encontrar material, salvo que sea un clásico. Mónica es tan fuera de lo común, tan lo opuesto a mí: hace como un teatro canalla, en el mejor sentido de la palabra; y eso me atrae muchísimo: es lo que no podría hacer. Me dio un montón de material suelto, elegí algunos textos y con los actores fui armando un mundo alrededor de ellos.
–¿Cabrera intervino en los textos?
–Los de ella están respetados. Pero hay otros que revisamos, que creo que a ella no le gustan. No intervino para nada ni se opuso. Pero dijo: cuando no sean mis textos me voy a poner los auriculares. Es muy graciosa, muy original. El texto tiene algunas alusiones políticas y nosotros agregamos más, y eso causa mucha gracia. Hablamos bastante de Macri, no sabés cómo se ríe la gente.

La anécdota: en una clínica privada se despliega un universo de pequeñas historias que hacen a la vida y al oficio de siete precarias enfermeras y una paciente. En clave de grotesco el maltrato entre ellas marca un paralelo crítico con el mundo exterior.
"No tenía gran expectativa con esta obra: es un género que no conozco. Entonces dije: Será de Dios. He tenido éxitos, fracasos, grises, de todo; eso no me importa mucho. Pero lo que a mí me pasa, sí me importa mucho. Nos llevó mucho tiempo, porque mis actores tampoco estaban entrenados en el género. Cuando el proceso es largo y trabajoso se pelea un poco con uno mismo. Y con los otros. Pero después que estrenaste… como dice Mónica: persevera, persevera y estrenarás (risas).
–¿Nunca hizo un grotesco?
–No. De joven hice revista, cabaret, hasta número vivo llegué a hacer en un cine. Y tengo un gratísimo recuerdo de esos géneros, esos mundos y esas personas que conocí. Y admiro el género. Pero nunca lo dirigí. Acá en algún sentido me peleo internamente con esta cosa culturosa de que sólo el teatro culto y serio es válido. Aunque lo hago, y soy conocida por eso, me peleo con eso. A mí me atraen mucho las formas de teatro más popular. Y soy una buena espectadora: acepto lo que me quieren dar; me puede gustar o no, pero no quiero torcerlo, si es popular, no quiero que sea intelectual.
–¿Hay método para dirigir o hacer teatro?
–Hay caminos, no creo en métodos. Cada director se va haciendo un camino más o menos propio, algunos con un sello más personal. Pero eso no quita el miedo: el miedo nunca se pierde en el teatro. Siempre le digo a mis alumnos que se acostumbren a tenerlo al lado, que no lo van a perder. Tienen que no darle bola, porque si no te paraliza: pero el miedo está. «

Periodista
Durante diez años Yusem hizo periodismo, profesión a la que respeta y quiere. "Me gustaba mucho. Fui periodista por razones económicas. Pero siempre digo que el periodismo en un diario es muy parecido al teatro, porque está el tema del cierre, esa adrenalina análoga al estreno. Y fui una precursora: me acuerdo que iba a Deportes, donde estaba (Horacio) Pagani, y le decía que quería cubrir partidos. Ellos me cargaban", recuerda. "Igual tuvo su revancha: cuando fue el estreno de La Mary, protagonizada por Susana Giménez y Carlos Monzón, entrevistó al ex boxeador. “Una personalidad impresionante, un tipo inteligente que te deslumbraba".

Un trabajo muy pasional

"A lo largo de los años tengo menos necesidad de hablar. Espero que los actores me den su material, y de ahí elijo. No impongo nada. Creo que es inútil. El actor es él, trabaja con su cuerpo, con su mente, su espíritu. No podés transformarlo en otro. Es muy importante crear las condiciones para que el actor te dé lo mejor. He dirigido grandes actores, y no les podés decir nada porque son una maravilla. Y aun así, muchos te piden que les digas algo. ¿Qué
decir si lo que estás haciendo es una maravilla? Los grandes actores, resuelven. Con algunos nos hemos peleado también. Y peleas brutales. Con insultos,
gritos", cuenta Yusem.

–¿Se vuelve de ese lugar?
–Difícil. Este trabajo es muy pasional. Nos pasa a todos. Muchas veces sé que estoy peleada con alguien pero no me acuerdo por qué. Pero hay algunas que para mí no tienen retorno. Una vez uno me dijo: qué hago yo acá con una
judía. Bueno, a ese tipo no lo saludo. Y era una estrella.

El dato
¿CUÁNDO?
Sábados 21:30 hs. Patio de Actores (Lerma 568). Entrada: $ 70  y $ 50.

Fuente: Tiempo Argentino

Comentarios

Entradas populares de este blog

Andrea Gilmour

Susana Torres Molina: Estática

Chamé Buendia: Last Call-última llamada