Fernán Mirás: El hijo de p…del sombrero


Fernán Mirás, invadido por personajes que no sabe "cómo resolver"

“Los personajes que más me atraen son los que me piden cosas que no sé cómo resolver”, asume el actor sobre sus preferencias laborales, que en 2012 incluyeron teatro, cine y televisión.

“Me llama el desafío, el reto de ver cómo puedo armar ese ´no sé qué´ que necesita el personaje y que me resulta tan pero tan ajeno que no sé de dónde lo voy a sacar”, confiesa Mirás en el bar del Teatro Auditorium de Mar del Plata donde protagoniza “El hijo de p…del sombrero” junto a Pablo Echarri y Nancy Duplaá.

Y el año pasado tuvo mucho de ese “no sé qué” para el actor. Porque en la tríada de trabajos que eligió, asumió roles que demostraron, no sólo su camaleónica capacidad interpretativa, sino una genuina vocación por reinventarse con cada nueva propuesta.

En el caso de la obra que dirige Javier Daulte y que se estrenó el año pasado en el Paseo La Plaza con Florencia Peña en el rol femenino, Mirás interpreta a Esteban, un inescrupuloso ex alcohólico y padrino de Mario (Echarri) en Alcohólicos Anónimos que carece completamente de moral.

En el cine, con “Días de vinilo”, la opera prima de Gabriel Nesci, se puso en la piel de Luciano, un productor de radio emocionalmente incapaz que se embarca en relaciones afectivas imposibles y dañinas con el único objetivo de eludir el paso del tiempo.

Por último, la segunda mitad del año lo encontró en la pantalla de El Trece al frente de “Tiempos compulsivos”, también dirigido por Daulte, para darle vida al Dr. Ricardo Buso, un psiquiatra a cargo de una clínica ambulatoria desbordado absolutamente por su desdichada vida personal.

“Lo que me gustó de los tres personajes es que todos estaban perturbados pero inscriptos en distintos géneros: ´Tiempos compulsivos´ era más dramático, la obra es una comedia negra y ´Días de vinilo´ se trató de una comedia absoluta. Y a mí me gusta mucho investigar entre los géneros”, reflexiona el intérprete.

Ahora, en Mar del Plata y solamente abocado a las tablas, Mirás celebra que el público haya aceptado una propuesta, la del norteamericano Stephen Adly Guirgis, que dentro del teatro comercial resulta abiertamente arriesgada.

“Lo que más me gustó es que ellos fueran adictos y que la obra atravesara ese tema y fuera capaz de dejarlo atrás, que los personajes no se analizaran ni trazaran teorías al respecto, sino que lo naturalizaran y pudieran trascender eso”, remarca quien fuera protagonista de “Tango Feroz”, el filme de Marcelo Piñeyro que ahora llega al teatro musical

Y agrega: “Porque podés ser un drogadicto y no ser un hijo de puta o no consumir nada y ser de lo peor: la obra rompe esos prejuicios, los trasciende. Y luego tiene elementos que la hacen digerible, como por ejemplo el humor”.

-Después de un año de funciones, ¿fue difícil acomodarse al reemplazo de Florencia Peña por Nancy Dupláa?
-En general los ensayos de reemplazos son un plomo, sin embargo yo lo disfruto porque me obliga a renovarme. Con Flor estuvo buenísimo y con Nancy también porque es otra cosa. Teníamos una escena con ella que nos gustaba mucho a los dos y con Nancy nos gusta mucho también.
Es otro cuerpo el que tenés enfrente y te aparecen otras cosas sin darte cuenta. Además te obliga a trabajar otra vez, te des-mecaniza. Y en ese sentido está bueno no obligar al otro a hacer lo mismo que hacía el otro actor.

-Tus dos últimos trabajos en televisión fueron de la mano de Daulte. ¿Te hubiera resultado difícil volver a la tele sin él después de tantos años de teatro?
-En realidad por un lado me pasa que Daulte es una diferencia grande en la tele. Lo que más me gustó de “Tiempos compulsivos” es que tenía algo de compulsivo en la estructura. Me gustó además que la apuesta del programa fuera consecuente consigo misma. Que al no explotar el rating no cambiara el rumbo y eso me daba mucho orgullo.

Pero además, con la tele el tema es que yo tengo un hijo de cinco años y desde que nació empecé a hacer teatro para poder estar más con él. Y en estos años hice sólo “Para vestir santos” porque me resultó tentador.

-¿Te volviste más selectivo?
-No, pero es que además hace nueve meses fui papá de mellizos y no sé si estoy para seguir el ritmo de una tira. Igual la realidad es que no siempre podés elegir, sino que se daba que había buenos proyectos de teatro y lo que venía de la tele eran tiras y prefería estar más tiempo en casa.

-¿Qué creés que pasó con “Tiempos compulsivos” que fue muy celebrado por la gente pero no resultó acompañado por el rating?
-Es medio una lotería. Yo he visto obras muy buenas que fueron un fracaso y cuando las estrenaron cinco años después les fue muy bien. Creo que hay temáticas y hay momentos para esas temáticas. Y que quizás hubo varios programas de terapia y el drama que proponía carecía en este momento de público para eso. Pero nunca vamos a saber cuál es la fórmula.

-¿Qué proyectos te esperan este año?
-Cuando terminemos la temporada en Mar del Plata vamos de nuevo a hacer la obra a Capital Federal. Y justo antes de venirme terminé de rodar “Pensé que iba a haber fiesta”, de Victoria Galardi (“Cerro Bayo”) con Valeria Bertucelli y Elena Naya.
Aunque en realidad, lo que debería hacer este año es dormir.

Fuente: Télam

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