Ariel del Mastro, Fernando Dente y Florencia Otero: Tango feroz



Todo no se vende

Mañana sube a escena, en el Tabarís, la versión musical de la película de Marcelo Piñeyro, con Fernando Dente y Florencia Otero

"A mí, en general, me gustan los viejos, los que tienen memoria, y si vos sos de los que se olvidan, yo te recuerdo algunas cosas que ahora tengo claras: todo no se compra, todo no se vende", dice Tanguito, encarnado por Fernán Mirás, en una de las escenas emblemáticas de Tango feroz . Por varias razones, esta frase marcó para siempre el alma de Ariel del Mastro: porque la leyenda de Tanguito forma parte de nuestro imaginario cultural, porque su poesía corre por nuestra sangre como expresión de un ser nacional muchas veces difícil de definir, y, principalmente, porque apela a la memoria, palabra que dispara como pocas una carambola de significados.

Hace casi dos años, Del Mastro concentraba sus pensamientos en la escritura de su primera obra, junto con un amigo. La idea era contar una historia con un fuerte acento en lo argentino, sobre un grupo de amigos que en el transcurrir de sus vidas se va traicionando. Alguien le recordó que esa idea estaba en Tango feroz y, de inmediato, sintió trasladarse hasta el día en que vio esa película que tanto conmovió a la juventud argentina.

La memoria lo llevó a evocar esas emociones, a cantar esa música en su cabeza durante muchos días hasta tomar una decisión arriesgada: hacer el musical sobre la película.

"Es una historia nuestra que pasó hace 40 años. Somos todos argentinos, la hicimos acá, no hay ningún evocador de afuera. Nos pertenece", explica el director y adaptador de esta propuesta que subirá a escena mañana en el teatro Tabarís, justo a tiempo para celebrar los 20 años de la película.

Para contar esta versión en clave de musical de Tango feroz, Ariel se rodeó de sus actores "fetiche", sin casting. Convocó a Fernando Dente y Florencia Otero para que se conviertan en Tango y Mariana, la pareja protagónica, y a otros ex Despertar de primavera, como Federico Salles, Eliseo Barrionuevo y Tony Lestingi. El elenco se completa con Germán Tripel, Sofía González Gil, Mariu Fernández y Federico Llambi.

"Primero, Ariel nos contó qué quería contar él, y después nos dijo que haríamos Tango feroz", cuenta Dente, tan joven que apenas tenía memoria cuando se estrenó la película. "A medida que fuimos ensayando, vi que estos personajes eran como héroes. Se animaron a darle un impulso a la música nacional. Por otro lado, lo que se ve en la película es la antesala de una época terrible. Nunca se volvió a recuperar ese espíritu de libertad que hubo en esa época. Es muy conmovedor recrearla", agrega el actor.

"Tenemos una biografía y mucho más material sobre los 60 que el que se tenía hace 20 años. Cuando creemos que suma, metemos otros datos que no estaban en el guión de la película", explica Florencia Otero, cuyo papel -el de Mariana, la musa de Tango- es el que más se modificó. "Mi personaje creció mucho por Ariel. Él dice que Mariana es el tipo de persona que él hubiera querido ser. Y yo pienso lo mismo. A mí, ¿qué me hubiera gustado aportar en esa época? Eso. Ser distinta casi sin querer. Hacer algo por alguien. Quiere hacer más que hablar. No por rebelde. Creo que sinceramente ella no quería parecerse a toda la porquería que había a su alrededor", cuenta la actriz. "Para mí, el papel de Mariana en la película estaba desdibujado. Construimos una nueva, aguerrida, con mucha política, comprometida con una causa social. En 1976 hubiera muerto. Es un personaje comprometido totalmente", agrega Del Mastro, que imaginó el después de los personajes con nitidez: "Tango se suicida. Mariana es desaparecida por la dictadura".

"A Tango lo mataron por diferente, divertido y pionero", recita Fernando Dente, parafraseando a alguno de los amigos del músico. Está feliz con su personaje y juega a ser Tango por los pasillos del Tabarís con un brillo infantil en los ojos. Su estudio del personaje es tan profundo que podría decirse que lo conoció, o que fue su fan. "Tango era un personaje. Muy de barrio, muy porteño. Decían que era muy rápido y elegante en su humor. Callado. Iba en contra de toda institución. No creía en la política. Estudió botánica porque amaba la naturaleza. Se expresaba a través de la música. Siendo, molestaba."

Mientras la película puso el foco en el romance de Tango y Mariana, la versión de Del Mastro hablará de la dinámica de un grupo de amigos y la traición. A partir de eso, una idea subyacente, una inquietud que a veces lo atormenta: "Creo que esta obra cuenta algo de la historia argentina, pero también cuenta cómo uno se traiciona. A mí me toca porque a veces creo que me hubiera pasado otra cosa si no me hubiera exiliado -dice, y enfatiza-: lo que quiero decir con esta obra es que si nosotros hubiéramos tenido un compromiso más activo en ese momento, la dictadura no hubiera llegado o, por lo menos, no hubiera tenido la penetración que tuvo, y muchas de las cosas que sucedieron no hubieran sucedido".

La traición como concepto tendrá sus distintas aristas, representadas en los personajes secundarios, que en esta versión tienen un despliegue mucho mayor. "La traición artística está en Pedro [personaje encarnado por Leonardo Sbaraglia en el cine, en este musical será llevado a escena por Federico Salles], el que soñaba con hacer un cine europeo y termina trabajando en publicidad", explica Del Mastro.

"La traición económica se ve en Willy, que soñaba con ser un mánager de artistas under y termina vendiéndose a una multinacional. La traición política está en Juan, un personaje que era muy secundario en la película y lo hicimos crecer. Es el que guía a Mariana en el trabajo social, y es un líder político que luego termina abandonando la lucha. La traición que agrupa a todos es la del grupo de amigos que abandona a Tango. Es una situación social, cuando las cosas se ponen complicadas, nadie se hace cargo."

Hay otras modificaciones en el guión original, por ejemplo, se incluye al padre de Mariana, que es un militar, que se opone al trabajo social que hace su hija. Además, Ángel, el compañero de celda de Tango cuando entra preso, no es español, sino que es un chico del interior.

La famosa escena del desnudo, cuando los protagonistas bailan un tango, se mantiene. "En el teatro los tenés en vivo y a dos metros. Quería que cuente la libertad sexual, pero que no sea pornográfico. Dentro de estas premisas, decidí que la primera escena de sexo no se haga."

A pocos días del estreno, el escenario del Tabarís se convirtió en una cámara blanca. "Como el freezer de un matadero", describe Del Mastro. Eligió una estética poco realista para la puesta, y en las paredes blancas proyectará imágenes que acompañen y completen la acción. Quiere que el público joven vaya a ver la obra, que conozca la historia que él quiere contar. "Tango tiene una frase que dice: «Odio las personas que no tienen memoria». Y creo que como país tenemos que recuperar la memoria." Otra vez la palabra, esa que Tango subrayó en un video casero para verla cuando sea viejo, al son de "El amor es más fuerte".

TANGO FEROZ

De Aída Bortnik y Marcelo Piñeyro
Teatro Tabarís, Corrientes 829.
Funciones, miércoles a domingo, a las 21; sábados, a las 20.30 y a las 23.

Fuente: La Nación

Cecilia Dopazo, la musa de Tanguito

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