Omar Lopardo: La monstrua


Lopardo, en la piel de una "monstrua"

Se presenta los lunes en El Espión

"El espectador todavía quiere que le cuenten historias", reflexiona Omar Lopardo, actor, autor y director de teatro de larga trayectoria. El lunes subirá a escena solo, y de pie frente a su público promete cumplir con ese deber adjudicado a los teatristas. Su nueva obra, La monstrua, contará la historia de la mujer barbuda de un circo de antaño, su amor, su desamor y su venganza.

"Quería escribir un monólogo para mí, cuando encontré este excelente texto de Ariel Mastandrea. Tiene una buena historia. Es la mujer barbuda del circo, de la época en que la gente pagaba para ver a los monstruos", comenta, café mediante y muy entusiasmado. El actor que vivió la masividad del éxito junto con Enrique Pinti en obras, como Salsa criolla o El infierno del Pinti, que probó suerte en la televisión de la mano de Videomatch, para luego arrepentirse y volver a su ámbito natural, el teatro, como director y autor, hoy quiere experimentar otra vez el goce de verse solo en el escenario como único entertainer.

Se trata de su tercer unipersonal, y asegura sentirse cómodo con el tipo de trabajo que le exige hacerlo: "Uno elige hacer un unipersonal por varios motivos: por ego, porque es de más fácil realización, y porque a veces la historia de una obra con varios personajes no te pertenece del todo. Quiero sentir que me pertenece".

Convertirse en "la monstrua" le llevó dos años. Tenía el texto, la idea, y el director, Marcelo Mangone. Pero le costó hacerse tiempo entre la gira de su obra, 14 millones y sus compromisos con otros proyectos. "Ahora que todos los actores de 14 millones están en el «Bailando por un sueño» [Grecia Colmenares y los mediáticos Cristian U, Matías Alé, entre otros], tengo unos meses para dedicarme exclusivamente a esto." Como un equilibrista, Lopardo transita con paso pendulante por el teatro comercial y el independiente con éxito y sin prejuicios. "Así como hay público para lo banal, hay público para otras propuestas, como ésta que presento ahora", argumenta. Trabaja con actores que él mismo define como "mediáticos" y no reniega de su pasado en el elenco de humoristas de Marcelo Tinelli. Pero tampoco evita opinar: "Los herederos de esta idea de mostrar monstruos del viejo circo están en la televisión de hoy. Lo de Tinelli también es un circo. Son monstruos, y ahí los hay de distintas formas. Hay algunos que son monstruos psiquiátricos".

La obra se sitúa en el circo. La mujer barbuda se prepara para salir a escena. Se maquilla y conversa. Le habla a otra persona, aparentemente una mujer, que está en una caja, aunque no se sabe muy bien quién o qué es. "Le está confesando un crimen, y ahí es cuando revela su propia historia. Allí es donde encuentra el autor una muy buena excusa para vertir opiniones sobre lo bello y lo feo."

Para crear a su "monstrua", Omar hizo una investigación del origen de este personaje en el circo. "Hay una enfermedad que provoca que a hombres y mujeres les crezca vello en todo el cuerpo y cara. Mi caracterización va por ese lado", explica. "Luego, había que definir su carácter. Es un ser fronterizo, que bordea las fronteras de la cordura. Maneja otra ética, aplica la ley del Talión. Para construir este personaje había que sumergirse en la historia. Hay momentos muy tristes en la obra. Ella cuenta su historia de desamor, algo que, aunque no seamos monstruos, todos vivimos."

PARA AGENDAR 
La monstrua, de Ariel Mastandrea. Teatro: El Espión, Sarandí 766. Lunes, a las 20.30.

Fuente: La Nación

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