Antoaneta Madjarova, Diego Lejtman y Mariana Sánchez: Circo Fokus Bokus, ¡A la Obra! y Mamushka


“El circo no va a desaparecer jamás”

Tres figuras de importancia en el panorama local se reunieron para explicar  el porqué de la vigencia, auge y nuevos elementos de una tradición milenaria.  Un boom que va más allá de los clásicos trapecios, acrobacias y disfraces.

Los contertulios son tres. Conversan, intercambian experiencias y explican por qué el encanto del circo no pierde vigencia, evoluciona llegando a nuevos horizontes  y  se fusiona en espectáculos variados con elementos circenses sin terminar de ser un circo clásico. El crecimiento del gusto local por las artes y destrezas que antes sólo se veían en gigantes carpas nómades, hoy (y ya hace algunos años) encuentra lugar en galpones, plazas y teatros convencionales.
Mariana Sánchez es acróbata, bailarina. Cirquera completa, en los años ’90 formó parte de La Trup y fue pionera de la acrobacia con tela. Hoy dirige el Club de Trapecistas “Estrella del Centenario”, su propia escuela de circo, y con la compañía Circo Negro crea espectáculos que embellecen el aire con siluetas voladoras.
A su lado está Antoaneta Madjarova. Es la directora del Grupo Kukla  y encargada del departamento de Arte del Centro Cultural de la Cooperación; con su Circo Fokus Bokus le da vida a títeres acróbatas, malabaristas y hasta un domador de leones.
Y Diego Lejtman, de La Pipetuá, representa a su circo artesanal de clowns, como se autodefininen.
El coloquio tiene su acaecer entre ensayos y preparativos, entre telas  y trapecios, entre narices rojas y títeres vestidos de presentador.
Según Antoaneta, “El circo produce una descarga de alegría. En Focus Bokus creé una mixtura. Una rutina de circo clásico pero con títeres, que es mi especialidad. Aunque hay cinco clowns humanos, los acróbatas, malabaristas, contorsionistas y hasta el domador de leones son títeres.”
Mariana dice que “El circo renueva las ganas de vivir, siempre da una mirada optimista. Quizás se consideró un arte menor, pero está mal. Es parte de la expresión humana y no va a desaparecer jamás. Evolucionará hacia nuevos rumbos. Hoy, se empieza a mixturar todas las técnicas y es mucho más enriquecedor: en el circo están todas las artes. Es difícil definir el circo hoy, es mixtura de géneros. Gente de circo tradicional dice que esto no es circo. No es el circo que vieron toda su vida. Pero sí es circo. No es el tradicional de carpa y con animales; tiene otro proceso de creación.”
Diego agrega: “¡Y nuevas tecnologías! Las artes escénicas son las mismas, tienen miles de años, no pierden validez como expresión social, como arte. No es que caduca; se van renovando los números para no dejar de ser impresionantes y causar sensaciones en el espectador. El circo tiene eso que está instalado en alguna parte de nuestra esencia humana.”

–¿En qué momento, y cómo, se da su acercamiento al circo?
Mariana: –Cuando era chiquita, cerca de mi casa había esos juegos de hierro con cadenas que tenían un trapecio. Fue mi primer entrenamiento, creo. Pero de adolescente tuve una búsqueda propia y me encontré jugando a esto, y busqué entre los pocos lugares que una estudiante de danza y expresión corporal podía encontrar hace 20 años. Un día me llamó Gerardo Hochman, que estaba montando La Trup con Marcelo Katz. Empezamos a ensayar en el estudio de Osvaldo Bermúdez, que era su maestro de acrobacia, y yo quería hacer absolutamente todo. Ensayamos unos meses y yo me fui a Brasil, a un circo. Ese fue para mí el inicio. Llegué a San Pablo el día que estaban montando la carpa, ¡fue mágico! En ese verano me formé como trapecista. Todos los años de trabajo en danza me dieron fuerza, elongación, la conciencia y la orientación: el aire ya era mi aliado, sólo tuve que aprender la técnica. Volví de San Pablo, además, con un monociclo y un trapecio. Formamos La Trup: fue una experiencia breve pero definitivamente revolucionaria, en lo que al arte circense local se refiere, y también con respecto a la vida y el destino artístico de quienes formamos parte de ese proyecto que a comienzos de los años ’90 renovó el milenario espacio del circo.
Diego: –Es verdad. Lo mío es distinto. Mis padres me llevaban al circo,  tengo mucho de carpa encima, pero fui mucho al teatro a ver espectáculos, también, por lo que no me es difícil fusionarlos. Pipetuá trabaja en shows pensados como teatrales, tomando cosas del circo. Es artesanal desde los objetos al estilo circo. Somos clowns, cada uno con sus características: músicos, acróbatas y malabaristas. Nos valemos de las técnicas circenses en pos de la comedia. De eso se trata.
Antoaneta: –El circo siempre fue una cosa muy atractiva para todas las edades. Transmite alegría, admiración por la destreza de los artistas, tiene un ritmo y una dinámica intensa, su parte de comicidad, su lenguaje poético y su riqueza plástica. El mundo de la creación tiene muchos caminos y no se pueden explicar fácilmente. Los recuerdos de la niñez quedan como grabados y aparecen cuando uno crea. De chica vi más circos que shows de títeres, pero me dediqué a los títeres. Aunque quedó grabado algo. Seguro. Evidentemente, el pasado siempre aflora. Y tengo un circo de títeres.

Todos ríen y siguen en el trajín de imaginar nuevos rumbos, nuevas fronteras, del circo y sus artes combinadas. La tertulia se extiende hasta que la noche gana terreno y es hora de partir, porque en el circo, no hay tiempo que perder.<

Espacios para aprender

Escuela del circo criollo: la Escuela de los hermanos Videla (tercera generación de cirqueros) fue la primera en el país, se fundó en 1980. Dirección: Chile 1584, Capital Federal.
Taller de técnicas de circo para jóvenes de 14 a 17 años: los docentes Mariana Oliveri y Germán Fonzalida enseñan acrobacia, trapecios, tela y malabares los sábados de 11:00 a 13 horas. Dirección: Campus Miguelete UNSAM, 25 de Mayo y Francia, San Martín.
Club de Trapecistas Estrella del Centenario: una vieja fábrica transformada en un espacio circense, a dos cuadras de Parque Centenario. Dirección: Ferrari 252, Capital Federal.
Espacio Aguirre: la escuela de Marcelo Katz se especializa en clowns, máscaras y bufonería. Dirección: Aguirre 1270, Capital Federal.
Circo la Arena: es un espacio para el aprendizaje, el entrenamiento y la investigación de las artes del circo. Fundado en 1994,  tiene dos sedes. Direccion: Charcas 5058 (sede Palermo) y España 356 (sede Vicente López).
Escuela de Circo Espacio Zero: hay de todo, desde acrobacia combinada y parada de manos hasta trapecio, acrobacia de piso, cama elástica, rueda alemana y palo chino. Dirección: Thames y Av. Warnes, Capital Federal.
Buenos Aires Polo Circo: el espacio de circo clásico con carpas y eventos varios para toda las edades. Dirección: Av. Juan de Garay y Combate de los Pozos, Capital Federal.

Todo un referente del nuevo circo local

Gerardo Hochman es un referente del nuevo circo local. De hecho, es un académico en la materia: en la Universidad de San Martín se creó en 2010 el área de Artes Circenses, bajo dirección suya. “El hecho de tener esta carrera gratis, en una universidad nacional, es un lujo. Además tenemos un espacio de trabajo de nivel mundial, como los que vi en Rusia, Francia o Estados Unidos” comenta. “La apuesta es brindar herramientas técnicas y conceptuales que permitan al artista circense, manifestarse a través del cuerpo, de los objetos y de las diversas capacidades expresivas desarrollando su capacidad creativa.”

–¿Por qué el circo aún sobrevive y está vigente en el gusto popular?
–Por eso mismo. Es un espectáculo popular. Lo ve todo tipo de público, sin importar edad y clase social. Apunta al corazón del espectador. Tiene una capacidad de renovarse, recrearse, llegando a personas que no era de familia o de tradición de circo, y se crearon nuevos números. Esto está en expansión, no se detiene. La voz creativa de este arte no se calló. Todo sigue en ebullición.

Agenda

La Pipetuá, A la Obra 
TEATRO METROPOLITAN 2
Sábados , domingos y feriados 16 hs.
En vacaciones de invierno también de martes a viernes.
Corrientes 1343.
Localidades desde $ 80.
Cuento con vos 
CENTRO CULTURAL KONEX
Jueves a domingo
a las 17 hs.
Obra de Gerardo Hochman.
Sarmiento 3131.
Entradas: $ 50.

Mamushka
CLUB DE TRAPECISTAS ESTRELLA DEL CENTENARIO
Sábados 21 y domingos 20 hs.
En vacaciones de invierno irá de viernes a domingos a las 19 hs.
Ferrari 252.
Localidades desde $ 40.

Circo Fokus Bokus
CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN FLOREAL GORINI
Sábados y domingos 16.30 hs
En vacaciones de invierno también de martes a viernes.
Sala Solidaridad, Corrientes 154
Localidades desde $ 50.

Fuente: Tiempo Argentino

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