Reina Isabel


Reina Isabel

Walter Soares le pone brillo a su show y va más allá del transformismo

Walter Soares transita los escenarios del music hall, el transformismo y la pantomima desde hace un par de décadas. Y es uno de sus mejores exponentes. Sus épocas en el grupo Caviar eran las mejores de esa compañía que integraban, entre otros, Jean François Casanovas y Marcelo Iglesias. Luego siguió su camino y podría decirse que con sus dos últimos espectáculos logró una madurez que lo sumerge en lugares no tan previsibles. Por empezar, en Reina Isabel hace sus habituales "playbacks" , pero también se atreve a pararse frente al público para dialogar con él, contarle alguna historia propia o reflexionar sobre la vida. También se anima a cantar, aunque hubiera sido mejor que se lance del todo y cante en vivo, no con playback . Su participación en escena puede ser desopilante o ser parte de un cuadro estético pleno de poesía. Tiene la ductilidad como para moverse cómodo desde distintas cajas de sorpresas, así como para ofrecerle al público que ya lo conoce alguno de sus cuadros clásicos.

A su vez, como director, Soares consiguió dar forma a un music hall del que muchas revistas porteñas deberían aprender. Es que Reina madre no es una revista sólo por cuestiones de espacio, pero tiene un vestuario y unas vedettes que no tuvieron ninguna de las producciones del género que estuvieron en cartel hasta hace poco. El diseño de vestuario del mismo Soares está cuidado hasta el mínimo detalle y es bellísimo por donde se lo mire. La sinergia entre estos diseños y el maquillaje artesanal hacen que todos los aspectos visuales de la propuesta despierten admiración. Pero atentos, que no hay ampulosidad en un simple regodeo. En el escenario nada está recargado sin un propósito funcional a la teatralidad que se pone en escena.

A su vez, el intérprete está rodeado de talentosos compañeros. Cabe destacar a Fanny Bianco, una vedette de las que no abundan. Tiene una presencia imponente y, además, canta y baila muy bien. En el mismo camino, con simpatía y personalidad, se destacan Jesica Villaverde y Lola Hunkeler.

Fuente: La Nación

Sala: Moliere, Balcarce 682. / Funciones: sábados, a las 23 

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