¡Mueva la patria!


Nota del 6 de febrero

Una irreverente versión de la historia argentina

¡Mueva la patria!, la cumbia villera de French y Beruti

A su manera, ¡Mueva la patria! -la "ópera cumbia" creada por Pablo Marchetti, Fernando Sánchez, Eduardo Blanco y Javier Aguirre- sigue la línea trazada por Salsa Criolla , aquel emblemático espectáculo de Enrique Pinti, y El fulgor argentino , el maravilloso trabajo del grupo Catalinas Sur. Los creadores de este espectáculo en el cual se cuenta la historia argentina son parte del equipo de la revista Barcelona , uno de los emprendimientos periodísticos más inteligentes, corrosivos, y políticamente incorrectos de los últimos tiempos.

Los protagonistas (y narradores) de esta trama son dos seres socialmente opuestos -el Negro Cabeza y Romina de Caballito- que, como la historia de nuestro país, hacen alianzas, se mienten, se endeudan, se aman y se ilusionan con futuros perfectos que pocas veces los tienen como ganadores.

De la mano de ellos dos el espectáculo hace un barrido que comienza el 25 de mayo de 1810 y atraviesa los paradigmas más conocidos de este bendito país. Más allá de todo rigor histórico, los autores abordan los grandes temas del ser nacional (todo expresado muy en minúscula) a partir de la iconografía típica de la revista Billiken, pero, claro, según la mirada de Barcelona . La mezcla es interesante aunque, en su estructura dramática, al haber apelado a un relato cronológico la sorpresa escasea. En la traslación escénica del texto parece ser que varios guiños se quedaron en el camino. Uno de los aspectos más logrados son los videos con seudopublicidades históricas, viñetas, dibujos y noticieros truchos, en los que la mixtura entre el tono que utiliza la revista y cierto humor a Todo x 2 pesos alcanza su mejor pico irónico. También es interesante el trabajo sonoro en el cual, casi a manera de un leitmotiv , aparecen insólitas versiones de la marcha peronista y del Himno Nacional. Lamentablemente, en la función que presenció este cronista hubo varias falencias en el uso de los micrófonos y en la operación técnica del sonido. Viniendo de un equipo de profesionales, seguramente con el paso de las funciones se logrará el equilibrio deseado.

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